El reinicio de operaciones de Doe Run requiere, de inmediato, US$200 millones, dijo Guillermo Puelles, asesor legal de Cormín, empresa acreedora de la mencionada refinería.
Manifestó que la decisión de reestructuración debió recaer en personas independientes que validen cifras y cumplimientos ambientales. "La gestión actual no da ninguna confianza", anotó.