Generalmente en las empresas se es visto con precaución el término auditorías. Muchos hasta lo asocian con crisis económica. Pero no tiene por qué ser siempre así.
Mary Ann Gamarra, representante del directorio de la Asociación de Empresas Familiares (AEF Perú) comenta que esto ayuda visibilizar todos los procesos de una organización, y siempre se haría pensando en problemas futuros.
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“Una auditoría se asemeja a un chequeo preventivo de salud. Consideramos que debe realizarse oportunamente por lo menos una vez al año con la finalidad de realizar ‘descartes’. Continuando con la similitud, si los responsables reconocen algún ‘síntoma’ de que algo no está funcionando bien tienen que acudir inmediatamente a los especialistas”, precisa Gamarra, quien también es gerenta general de la consultora de comercio exterior Gambell Group.
Ella detalla algunos de los beneficios:
- Transparencia: Permite mostrar de manera tangible a terceros (inversionistas, clientes, miembros familiares) que se está cumpliendo con las normas y estándares estipulados.
- Confianza: Da seguridad a los colaboradores.
- Corrección: Permite que se identifiquen deficiencias que podrán rectificarse de forma más simple y oportunamente. Asimismo, genera que se planteen acciones efectivas.
- Oportunidades: Ofrece propuestas innovadoras para el trabajo.
Finalmente, la especialista de la Asociación de Empresas Familiares (AEF Perú), admite que el auditor debe ser una figura externa para dar un punto de visto objetivo.