La 'U' no necesitó de reflectores para que brillen sus jugadores (Foto: Javier Zapata).
La 'U' no necesitó de reflectores para que brillen sus jugadores (Foto: Javier Zapata).

es el más reciente campeón del fútbol peruano, eso ya se sabe, pero lo que aún queda por desvelar es cómo llegó a ello. Cómo la luz de los ‘cremas’ venció hasta al .

Veamos. Lo primero a resaltar es el ‘factor Fossati’. Con el técnico uruguayo de 70 años en el banco, los ‘cremas’ se llenaron de experiencia y se hicieron fuertes tanto en el Monumental como en Lima que llegaron hasta la final.

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Segundo, el equipo compacto. Sin los millones de su eterno adversario, la ‘U’ se llenó de soldados dispuestos a morir peleando, humildad que los llevó hasta lo más alto. Carvallo, Corso y Riveros entre los más destacados.

Tercero, la voz de mando. Desde el retiro del último ídolo, Universitario no pudo encontrar a otro patrón en la media cancha como el ‘Puma’ Carranza. Eso hasta esta temporada, donde Rodrigo Ureña se convirtió en el ancla que tanto buscaban.

Cuarto, los goles de Edison Flores y Alex Valera. El criticado centrodelantero logró “nada más” que quince tantos en esta temporada, anotaciones que llevaron a su club a mantenerse siempre dentro de la pelea.

Párrafo aparte para el ‘Orejas’, quien marcó 6 goles y dio una asistencia con su amada camiseta crema. Edison volvió a Perú y cumplió el objetivo para el que se le trajo, Flores llegó con un campeonato bajo el brazo.

Quinto, la luz de la esperanza. Con 22 años y toda una carrera por delante, Piero Quispe fue el volante que necesitaban los de Ate. Humilde, trabajador, habilidoso y reservado, el perfil del nuevo jugador de Universitario.

El número 36 de Jorge Fossati es un jugador sobrio y que siempre va hacia adelante. Con su empuje, verticalidad y gambeta —cada vez más— convence hasta a sus más grandes detractores de que —sin duda— es el mejor de los jugadores.

Por todo ello, podemos llegar a la conclusión que la luz que venció al apagón es nada menos que la del equipo campeón, el que desdibujó al mejor del acumulado hasta llevarlo a su mínima expresión.

Por eso, en la penumbra de Matute, hasta ahora se escucha ¡Y dale ‘U’ campeón!


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