Pablo Sabbag celebrando su gol ante la hinchada de Universitario de Deportes (Foto: Twitter/@MisaelPS28).
Pablo Sabbag celebrando su gol ante la hinchada de Universitario de Deportes (Foto: Twitter/@MisaelPS28).

se impuso por un ajustado 1-2 a en el Monumental de Ate en una edición del clásico del fútbol peruano que tuvo de todo. Un golazo, faltas, amarillas, una expulsión y mucha emoción, grandes condimentos para un gran espectáculo. Sin embargo, entre todas las cosas que llamaron la atención, destaca la peculiar celebración de .

El colombiano, que debutó con Alianza Lima en un partido ‘picante’ como lo es un clásico, anotó un golazo en complicidad con Gino Peruzzi, el lateral derecho que le sirvió un filtrado desde la banda que Sabbag ‘pico’ para vencer a Carvallo y decretar el 0-1 parcial. El delantero aliancista observó las tribunas del Monumental, abarrotada de hinchas cremas, e hizo el famoso ‘Topo Gigio’.

Esto no gustó para nada a Jean Ferrari, administrador del cuadro merengue, que denunció el gesto de Sabbag, así como de Carlos Zambrano al irse expulsado, como actos de provocación, recordando que a Alexander Succar se fue expulsado por hacer un gesto similar en el clásico disputado en Matute el año pasado, en donde la crema se impuso por 0-2.

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Pero ¿Qué significa el ‘Topo Gigio’ y por qué molestó tanto a los hinchas como a Jean Ferrari al punto que decidió enviar una denuncia ante la Federación Peruana de Fútbol? En esta nota te lo explicamos.

La última vez que vimos esta celebración no fue hace mucho. Lionel Messi, nada más y nada menos, lo hizo plantándose frente al banco de suplentes de Países Bajos luego de anotar de penal en el minuto 73 en el partido válido por los cuartos de final de Qatar 2022. En frente suyo, Louis Van Gaal y todos los suplentes viendo el desafiante gesto del genio argentino.


‘Topo Gigio’ en Boca Juniors

Sin embargo, para saber el origen de este provocador modo de festejar una anotación, nos tenemos que remontar más de 20 años en el tiempo, en una época la cual el Boca Juniors tenía una de sus mejores épocas, a nivel local e internacional, de la mano de otro gran ‘10′ argentino: nos referimos a Juan Román Riquelme, el actual presidente del equipo xeneize.

¿El contexto? Un Superclásico argentino. Era 8 de abril de 2001 cuando la fecha 10 del Clausura de aquel año hacía que Boca y River se encontraran en La Bombonera. Hugo Ibarra adelantó para los azul y oro. Faltaban 25 minutos para el final de aquel encuentro cuando pitaron un penal a favor del xeneize y Riquelme tomó el balón. Disparó a la derecha y Constanzo atajó, pero el rebote le quedó y anotó de cabeza.

No dejó que sus compañeros lo abrazaran. Gritaba “pará, pará”, alejándolos con las manos. Entonces se plantó frente al palco donde estaba Mauricio Macri y todos los dirigentes de Boca Juniors, se puso ambas manos detrás de las orejas y se mantuvo inmóvil por un tiempo, mientras la hinchada enloquecía y gritaba su nombre en una Bombonera que estaba reventando de júbilo.

“El festejo fue para mi hija porque le encanta el Topo Gigio”, justificó luego de ganar el clásico e inmortalizar su festejo. Nadie le creyó evidentemente. Y es que Román se encontraba enfrentado con la Comisión Directiva luego de que reclamara un reconocimiento económico, a todas luces merecido, por los logros obtenidos: Boca ganó tres torneos locales, dos Copas Libertadores y una Intercontinental ante el poderoso Real Madrid, partido en donde pulverizó a los madridistas en un recital de fútbol que brindó él mismo.

El entorno de Román aseguraba que cobraba la misma prima que un juvenil del plantel, y Macri argumentaba que el contrato firmado y vigente había sido acordado por ambas partes y no ameritaba modificaciones. Además, poco más de una semana antes de este encuentro, el mandamás de Boca informaba que Román sería transferido al Barcelona por 26 millones de dólares, cifra récord para el fútbol argentino en aquellas épocas.

“Esta venta solucionará muchos problemas porque equilibrará las cuentas”, destacó el Macri. La respuesta de Riquelme no se hizo esperar.

“Esto es medio loco. Ahora dicen que ya me vendieron y yo no sé nada. Como no me quisieron arreglar el contrato, ahora dicen que me venden”, replicó el jugador. Así es como, en una reclamación a su propio equipo, Román Riquelme inmortalizó una celebración que sabe a provocación, que Pablo Sabbag replicó para la ira de Jean Ferrari y toda la hinchada crema.

¿Qué ocurrirá con la denuncia impuesta por el administrador de Universitario? No lo sabemos, pero su principal argumento es que Alexander Succar hizo un gesto, si bien no el mismo, muy desafiante, a la hinchada blanquiazul en el clásico jugado en Matute el pasado 2022, que no gustó a los jugadores y terminó en una trifulca donde el delantero crema fue expulsado.

Ferrari quiere la misma justicia para este hecho, aunque algo que no debe pasarse por alto es que ningún jugador crema saltó a increparle el gesto a Sabbag. La FPF tendrá la última palabra en caso haya una sanción para el colombiano.

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