¿Qué pasará con el polémico cuadro de María Félix tras la muerte de Juan Gabriel?

En 1949, Diego Rivera, consagrado muralista mexicano y pareja de Frida Kahlo retrató a María Félix con un sensual vestido blanco cuyos efectos de transparencia apenas disimulaban la desnudez de la diva mexicana. 71 años después, el paradero de la obra es desconocido.

Según una entrevista que concedió la ‘Doña’ a Jacobo Zabludovsky en 1994, a esta nunca le gustó el retrato que le hizo el artista mexicano. “Me pintó como él quería, desnuda. Como estaba enamorado...”, relató Félix quien además contó en aquel entonces que a su cuarto y último esposo, el francés Alex Berger, también le desagradaba el cuadro.

“Tienes una pierna de palo, pareces sentada en el váter, estás horrible”, evocó la diva del cine mexicano citando a Berger. Era tal la inconformidad que una vez Félix le pidió a un albañil que trabajaba en su casa modificar el retrato."Le mandé poner unas pasadas de blanco (...) para tapar un poco todo aquello. Así está, le quité lo desnudo", confesó.

Harta de esta disconformidad, María Félix decidió vender el lienzo al doctor José Álvarez Amézquita. Y años después, Juan Gabriel, pagó 15 millones de pesos por ella”, según reveló la Fundación María Félix, en su cuenta de Facebook.

En malas manos

Meses antes de fallecer (28 de agosto de 2016) Juan Gabriel le dio a guardar la pieza a su amigo César Duarte, preso en Estados Unidos desde julio pasado por desviar supuestamente 52 millones de dólares de fondos públicos cuando fue gobernador de Chihuahua (2010-2016).

“La última noticia que tuvimos, porque así me lo confirmó don Alberto, fue que el exgobernador tenía el cuadro”, dijo a la AFP Guillermo Pous, albacea del cantante.

Según Pous, Juan Gabriel había entregado la pintura a Duarte -cuya extradición busca México- porque su casa en Guanajuato (centro) estaba deshabitada y temía un robo. “Se le pidió que la cuidara en tanto don Alberto decidía a dónde quería hacer su mudanza”, cuenta sobre la obra que adornó las mansiones del “Divo” en Las Vegas y Malibú y -según el abogado- está valuada en siete millones de dólares.

Pous asegura que el político le confirmó que tenía el lienzo, pero tras huir del país perdió contacto con él y tuvo que apelar a la ayuda de un tercero. Esa persona condicionó la devolución, sostiene, sin detallar los requerimientos. El administrador evalúa denunciar el caso penalmente e ignora si la pieza permanece en México.

El legado de Rivera

Consagrado como uno de los grandes de la pintura mexicana, Diego Rivera no pudo robarse el corazón de “La Doña”, a pesar de inmortalizarla en el lienzo. La obra del muralista (1886-1957) es considerada monumento artístico, por lo que sus dueños deben notificar cualquier transacción y obtener permisos para sacarla del país.

Cabe destacar que hay otra versión que indica que el cuadro en cuestión no fue vendido por José Álvarez Amézquita a Juan Gabriel sino que el cantante lo obtuvo como regalo de la actriz, según insiste el albacea del cantante, quien en palabras de la agencia AFP, “se rendía ante la actriz” y por eso le compuso “María de todas las Marías”.

Este testimonio fue avalada por Rossy Miller, la hija de la actriz Lucha Villa en una entrevista con un programa de TV Azteca.

“Él obtuvo ese cuadro con un amigo de Ricardo Luna, quien era el coreógrafo del Teatro Blanquita y tenía un doctor muy importante que era dueño de esa pintura y entonces Alberto (Aguilera) la quería comprar; la adquirió desde aquél entonces”.

“Una obra de una figura mítica como Rivera que, además se ha ligado con el historial de un compositor como Juan Gabriel, todo eso enlazado con María Félix la convierte en una pieza de valor cultural incalculable”, opinó finalmente Gonzalo Rodríguez, presidente de la Fundación María Félix, en declaraciones que recoge la agencia AFP.

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