“No puedes tener una minería amigable para el medioambiente sin la academia. Las universidades trabajan con las empresas de minería”.
“No puedes tener una minería amigable para el medioambiente sin la academia. Las universidades trabajan con las empresas de minería”.

Está aprendiendo a correr olas. Antes de llegar a Perú, no tenía idea de cómo hacerlo. Aquí, frente al mar, lo decidió. Makaha, Redondo, Punta Roquitas. Son algunos de los lugares donde practica. “Al principio pensé que era casi imposible y ahora estoy de pie en las olas”, me dice Maree, que hace un año llegó del otro lado del Pacífico, de una de las potencias del surf, de uno de los paraísos para correr olas, de

En Australia hay unos 15 mil peruanos, 2 mil que estudian. En Perú, hay alrededor de 500 australianos, uno de ellos es Maree Ringland, la embajadora de Australia en Perú y Bolivia, designada para el cargo en marzo de 2022. En sus vidas anteriores, como ella las llama, ha trabajado en misiones diplomáticas en Chile, China y Afganistán a la distancia, entre otros países. Como en las olas, es la primera vez que asume el puesto de embajadora. “Y no puedo imaginar un lugar mejor”, me dice sobre su estancia en el Perú, que lleva 60 años de relaciones diplomáticas con Australia.

Su madre es japonesa y le aconseja ser humilde. Ella lo tiene claro: “Soy solo una funcionaria pública que está trabajando para mí país”. Maree Ringland, la diplomática que aprende a surfear en la Costa Verde dos veces por semana, una buena manera de mantener el sentido de humildad.

-¿Cómo la ha tratado el Perú en este primer año, en medio de varias crisis?

Perú es muy parecido a Australia en muchos aspectos. Compartimos valores, somos países mineros y estamos en el mismo Oceáno Pacífico. Pero Perú ha pasado por tiempos más difíciles y hay resiliencia, que es algo que destaca aquí. Los peruanos también son muy creativos. Hay una gran diversidad. Desde afuera solo se ve Machu Picchu; he tenido la oportunidad de viajar un poquito a Ica, Paracas, Trujillo, Cusco, Arequipa y Puerto Maldonado, y he visto mucho potencial. Quisiera que vengan más australianos para ver este Perú excelente, creativo y muy diverso.

-Pero tengo la impresión de que no nos visitan tantos australianos.

Antes de la pandemia llegaban casi 40 mil australianos por año. A los australianos les encanta Perú.

-Bueno, no pudimos ir al mundial de Qatar porque nos ganaron...

(Sonríe). Australia ganó, pero Perú ganó nuestros corazones. A Andrew Redmayne, el arquero bailarín, le encanta el café de Perú. Él es de Melbourne, que es como la capital del café en Australia, y Perú tiene una muy buena reputación para el café.

-Además del café y de que somos países mineros, ¿qué más tenemos en común?

El surf. Es algo increíble, no sabía que el primer campeonato mundial de surf fue aquí, en 1965, y ganó un peruano y el segundo lugar fue un australiano. No sabía que el Machu Picchu de las olas estaba aquí: Chicama, que es la ola más grande.

-¿Y cómo personas tenemos algo en común?

Somos muy sociables, trabajamos juntos; por eso los peruanos cuando van a Australia a estudiar son muy apreciados, porque un peruano se integra rápidamente en la sociedad de Australia.

-¿Un peruano que quiere ir a Australia qué opciones tiene?

Quisiera destacar dos opciones. Primero, Work and Holiday, visa de trabajo y vacaciones, que es expresamente para los peruanos de menos de 30 años, hay 1,950 puestos y para lograr esta visa hay que cumplir unos requisitos como tener un nivel de inglés básico, financiamiento para vivir, y pueden ir a Australia por un año para trabajar, viajar o hacer un curso hasta de tres meses. Y la otra visa que quiero destacar es la de estudiantes: tenemos una campaña para atraer más peruanos a Australia para estudiar, porque allá están de las mejores universidades del mundo, tenemos las mejores ciudades para vivir; y tenemos becas y financiamiento para los peruanos. Y también pueden ir como turistas y hay muchos intercambios entre las empresas mineras; hay casi 90 empresas australianas operando en Perú.

-Desde la experiencia en Australia, ¿cómo manejar el tema de la minería?

Australia tiene una larga historia de minería desde el siglo XIX con la bonanza de oro. Pero Perú tiene una historia más larga en minería. En Australia hay mucha confianza en los beneficios que entrega la minería, porque hay mucha cooperación e integración entre los gobiernos central y regionales en el tema de la minería, todos aceptan que la minería es muy importante. Los gobiernos trabajan muy estrechamente con las empresas y la academia. La educación tiene un rol muy importante: no puedes tener una minería del futuro, una minería amigable para el medioambiente sin la academia. Las universidades trabajan con las empresas de minería. Y la sociedad también.

-¿Y en buena convivencia con los pueblos originarios?

Los pueblos originarios tienen 60 mil años de conexión con la tierra, es la cultura más antigua y viva en el mundo.

-Está aprendiendo a correr olas y es su primera vez como embajadora. ¿Ser embajadora es como correr olas?

Pienso que sí. Hay que ver el horizonte y cómo se están dando las situaciones, y ponerse en el mejor lugar, hay que esperar un buen momento y hay que actuar con el equipo. En el surf el equipo es la tabla (risas). Y hay que actuar cuidadosamente, pero sin miedo, con optimismo.

-¿Qué ha adoptado del Perú?

Bueno, el surf (ríe)... Algunas palabras como chévere, buenazo (risas). Pero también el encanto por los colores. He cambiado totalmente mi look, porque los colores son muy brillantes, la luz es fantástica.

AUTOFICHA

- “Nací en Newcastle, al norte de Sydney, en el campo, en una finca con muchos duraznos y naranjas. Soy una chica del campo, donde trabajaba para mis padres. Eso me dio mucha disciplina: aunque te duela mucho, tienes que seguir trabajando. Mi madre nació en Japón”.

- “Mi madre llegó a Australia como turista en los 60, llegó en un barco, donde trabajaba mi papá como ingeniero y ahí se conocieron, la primera noche, en la mesa del capitán. Estudié Derecho y Estudios Asiáticos. Y ahora también estoy aprendiendo a jugar softball”.

- “El softball es muy parecido al baseball; es bien difícil. Es un equipo con los miembros del AELU. Y también me encanta el squash, estoy buscando alguien para jugar squash (risas). Una vez me puse los zapatos de Diego Elías (campeón peruano) porque cuando fui a la cancha no tenía los zapatos adecuados”.

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Fernando Rospigliosi