CATÁLOGO. Fotografía Contemporánea. Colección Jan Mulder presenta a 80 autores de 20 nacionalidades. Disponible en Librería Sur. (Foto Lalo Rondón)
CATÁLOGO. Fotografía Contemporánea. Colección Jan Mulder presenta a 80 autores de 20 nacionalidades. Disponible en Librería Sur. (Foto Lalo Rondón)

Jan Mulder (Lima, 1949) recuerda la primera vez que vio una fotografía. Ocurrió en su casa de San Isidro. Su padre Federico le había obsequiado por su cumpleaños ocho un ejemplar de The Family of Man, aquel libro acerca de la mítica exposición de fotografías realizada por primera vez en el MoMA en 1955. El curioso Mulder nunca pudo olvidar la portada, una foto tomada por el estadounidense Eugene Harris en Perú: dos niños aparecen en escena; uno toca la flauta. La felicidad parece perpetuarse en sus ojos. Jan, apenas la vio, esbozó una sonrisa.

Don Federico Mulder solía llevar consigo siempre una cámara Rollei formato 6x6 c.m. Lo hacía cada vez que, junto a su esposa y sus tres hijos, iba a Chosica, en los cumpleaños o en algún anticuario. Lo más probable es que Jan haya heredado de él ese gusto, un encantamiento por ese proceso casi mágico que significa capturar un segundo de la realidad.

Cuán fuerte habrá sido ese combustible para lograr que, a un año de haber ido a estudiar Administración en Boston, Jan decida trasladarse a la carrera de Fotoperiodismo. Por supuesto que hubo malestar en su familia. Sin embargo, Jan supo sacarle provecho a la situación. Al poco tiempo ingresaría a formar parte del diario La Prensa, dando inicio a unos meses frenéticos donde le tocaría retratar a un Perú desmejorado. El terremoto del 70 lo agarró con cámara en mano.

Pero para dar cuenta de lo caprichosa que puede resultar la vida, Jan pronto asumiría la dirección de la empresa familiar. Los años dedicados a la fotografía tomarían una pausa.

'The Family of Man' fue una exposición de fotografías realizada por primera vez en 1955 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. (Portada del catálogo)
'The Family of Man' fue una exposición de fotografías realizada por primera vez en 1955 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. (Portada del catálogo)

RECONCILIACIÓN

Desde su casa en Suiza, Jan responde al teléfono. A los 71 años, su voz da cuenta de una vitalidad envidiable. Sus palabras son un desfile de autores y hechos históricos que explican desde los primeros días de la fotografía hasta cómo se desarrolla este arte en medio de la pandemia. En sus referencias deambulan fotógrafos y obras importantes. Robert Capa, Robert Frank, Luis González Palma, Alfredo Jaar, Irving Penn. Su lista es interminable y no es para menos; posee una de las trayectorias artísticas más respetadas en nuestro país. Es desde 1999 fundador y presidente del directorio del Centro de la Imagen, además de promotor de la Galería El Ojo Ajeno. También preside la Asociación Foto e Imagen; es promotor de Lima Photo y de la Bienal de Fotografía de Lima; miembro del Board of Trustees del International Center of Photography (ICP) en New York; miembro del Patronato y del Comité de Formación de Colecciones del MALI; presidente del Consejo Directivo de la Alianza Francesa de Lima; y miembro del Patronato del Museo Reina Sofía.

Pero su bien más preciado es contar con una colección de alrededor de 1,500 fotografías de artistas de distintas partes del mundo. Del Perú, posee archivos de comienzos del siglo XX, contando hoy con la colección más importante de fotografías originales de Martín Chambi. Además de trabajos de artistas limeños, arequipeños, piuranos, cusqueños. Una aventura que inició cuando un joven le ofreció una original del Che Guevara de Alberto Díaz Korda. La imagen, una de las más icónicas del siglo XX, había sido tomada en 1960 en un acto fúnebre en La Habana.

Aquel sábado del 2000 ,Mulder no imaginaría que ese acto sería el primer paso para convertirse en el propietario de la colección de fotografía más importante en el Perú, en un hecho que significaba también un paso más con su reencuentro con este arte. Aquella pasión por la fotografía que descuidó luego de graduarse de la universidad, lo envolvería nuevamente, esta vez para no volverlo a soltar.

“Creo mucho en las casualidades. Aquella vez no dije ‘hoy voy a empezar a coleccionar’, sino que se presentó la oportunidad. A partir de ahí fui adquiriendo fotos que me gustaban y que podían ocupar un lugar en mi casa. Hasta que en 2010 dije que todo esto necesitaba un poco de orden. Es así que comienzo lo que posteriormente se convertiría en la colección”, cuenta.

INFANCIA. Jan junto a su hermano Leno y sus padres, Federico y Sylvia.
INFANCIA. Jan junto a su hermano Leno y sus padres, Federico y Sylvia.

FELICIDAD

La vida de un coleccionista es un constante encuentro con felices sorpresas. Si no, que lo diga Mulder, quien durante todo este tiempo ha participado de innumerables muestras, ferias, subastas y cuanto evento fotográfico exista. Persiste en él un entusiasmo que lo lleva a tomarse dos días enteros para caminar por ARCOMadrid junto a su esposa Sylvia o viajar cada tanto hacia Arles, al sur de Francia, para participar en el festival de foto de la ciudad. En Lima, es feliz recorriendo las muestras de alumnos de Arte.

“No voy a estos lugares para comprar, voy para ver. Y si hay algo que despierta mi interés y es digno de entrar a la colección, recién lo compro. Esta vida me ha dado distintas sorpresas. Por ejemplo, hace 10 años en Basilea, me topé con una serie de fotografías de mares realizadas por el japonés Hiroshi Sugimoto (…). Había seis en una pared y eran hermosas. Entonces, me acerco al galerista, le pregunto por el precio y me responde medio millón de euros cada una. Simplemente le dije ‘muy bien, muchas gracias’ y me fui”, cuenta entre risas.

Si tuviera que elegir dos momentos felices regalados por el coleccionismo, Mulder no vacila: la exposición en Casa de América durante ARCOMadrid 2019 y los Encuentros de Arles en 2012. Sobre el primero, tuvo un protagonismo al mostrar en la feria parte de su colección: 120 obras de 40 autores peruanos. Al narrar el segundo episodio, Mulder no puede guardar la emoción. A fines de 2011 recibió la invitación de la organización francesa para mostrar parte de su colección. Un año después, en la ceremonia de inauguración, su esposa y sus hijos no podían estar más orgullosos de él.

—¿Cuál es la responsabilidad de un coleccionista?

—Reside en divulgar las obras que uno posee, mostrarlas para que el país y el mundo las conozca.

Mulder ahora dedica sus horas a pensar en el futuro. Reconoce la necesidad de una sede fija donde cualquiera pueda revisar su colección. La pandemia lo ha hecho revisar la idea de un espacio virtual. Pronto tomará una decisión, quizás lo consulte con la momia que se luce en un retrato que yace en su oficina en San Isidro, una fotografía tomada por el peruano Lorry Salcedo. “A los que me visitan les digo que es mi acompañante. Cada vez que tengo algo que decidir, la miro, ella también lo hace, pero no se mueve. Ya luego yo deduzco si me está diciendo sí o no”, dice, nuevamente riendo.

Lorry Salcedo. Ashamed Man, de la serie Mummies, 2004.
Lorry Salcedo. Ashamed Man, de la serie Mummies, 2004.


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