NEGOCIO REDONDO. En Bujama existen varias ferreterías y talleres mecánicos. La falta de alumbrado público hace peligrosa esta zona. (Foto: Google Maps)
NEGOCIO REDONDO. En Bujama existen varias ferreterías y talleres mecánicos. La falta de alumbrado público hace peligrosa esta zona. (Foto: Google Maps)

“En enero de 2013, cerca de la medianoche, veníamos seis personas de una reunión de en un auto Toyota Yaris. Nos dirigíamos a . Cuando íbamos por la , antes de llegar a Puente Nuevo, se reventó la llanta. Mis hermanos se bajan para revisar la llanta, y de repente aparece una pandilla de 10 jóvenes delincuentes y comenzaron a bolsiquearnos a todos, llevándose varios celulares, laptops, una cámara fotográfica y entre otros equipos. Al pasar el atraco, vimos que lo que había reventado la llanta eran como piedras filudas”.

Esto es parte del testimonio que contó a Perú21 Rosa Vicente (54), una madre de familia que fue víctima de este tipo de modalidad de los , iniciada hace más de diez años y que al día de hoy sigue vigente.

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Existen dos principales formas de realizarse. La primera es menos ofensiva, pero igual de maquiavélica. Sujetos inescrupulosos arrojan tachuelas, tornillos o clavos sobre vías en las que hay concurrencia de talleres mecánicos o llanterías informales. La rueda del vehículo de la víctima es pinchada y es obligada a gastar entre S/50 y S/100. El precio podría aumentar dependiendo de la gama del auto, todo con el fin de sacarte todo el dinero posible. En vehículos menores como en las bicicletas, el hampa trabaja de la misma forma.

El segundo tipo es mucho más criminal. Se utilizan piezas más grandes y de mayor peligrosidad, denominados ‘aletas de tiburón’ y los ‘miguelillos’, los cuales son camuflados en el asfalto. En 2017, la Policía advirtió sobre estos objetos punzocortantes y recomendó que en este tipo de situaciones lo ideal es no detener el auto, precisamente porque alrededor puede haber asaltantes. En cambio, se debe avanzar lo más que se pueda.

En abril de 2022, la Policía de Carreteras de San Bartolo capturó, en el km 75, a Los Malditos de Nocheto, una banda criminal que asaltaba a conductores y pasajeros en la Panamericana Sur, por medio de esta modalidad.

El común denominador en estos casos, más allá de los talleres mecánicos informales que laboran alrededor de estos puntos críticos, es también la temporada de verano, época del año en la que el flujo vehicular hacia el sur aumenta, pues muchas familias buscan disfrutar de las playas.

Actualmente, la comisaría de San Bartolo ha negado la ocurrencia de esta modalidad. La municipalidad de Punta Negra también negó esa clase de incidencia en el distrito. Sin embargo, en contacto telefónico con la comisaría de Bujama, la respuesta fue distinta.

BUJAMA EN ALERTA

“Por el momento no hay ninguna denuncia que se haya formalizado. Se ha tomado conocimiento del hecho en particular mediante un documento que nos acaba de llegar. Entonces se va a impartir instrucción al personal de Inteligencia para que mimeticen la zona y saquen la información correspondiente, entre los km 87 y 90″, respondió el suboficial de la estación policial.

Y es precisamente eso. Si bien a través de redes sociales existen videos en los que se reporta y advierte a los usuarios de la vía a tener cuidado, no existen denuncias formales, lo que hace que el seguimiento en las comisarías se pierda y solo sean hechos aislados.

Larry Ampuero, vocero de la Sutran, también se refirió a los famosos ‘pinchallantas’, a propósito del nuevo límite máximo establecido en los km 86 al 91 de la Panamericana Sur, centro poblado de Bujama.

“Nosotros como Sutran hemos puesto al servicio de la comunidad un teléfono ‘fiscafono’ de WhatsApp (999 382 606), a través de este medio pueden llegar cualquier tipo de denuncias vinculadas a nuestras competencias. En ese contexto, no hemos recibido una denuncia sobre el particular, pero podríamos recibirla. Ante una práctica como esta, la cual estamos en desacuerdo, estos es competencia de la Policía Nacional”, dijo a Perú21.

El ingeniero civil Mario Candia, de la empresa Transis, señaló que la informalidad de la vía en ese sector ha sido aprovechada por la delincuencia.

“Los accesos en esta vía son informales, uno puede ingresar y salir por cualquier sitio. Me parece que eso es algo que están aprovechando personas inescrupulosas porque tienen sus llanterías próximas a la vía y es de muy fácil acceso, cosa que no debería ser si es que fuese una autopista de alta velocidad bien segregada con sus barreras que no permitan ese tipo de acceso rápido a los negocios del sector”, enfatizó a este diario.

Se espera que las autoridades puedan proponer una estrategia e identificar a quienes operan bajo esta modalidad. Y a la población, realizar la denuncia respectiva para permitir a la Policía identificar un mapa de calor y efectuar los operativos contra estos delincuentes.


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