La sensación de inseguridad aumenta cada día entre los clientes de los bancos. Los usuarios piensan que las entidades financieras no se preocupan lo suficiente por su seguridad y que, por ahorrarse un poco de dinero, contratan personal que, a primera vista, no reúne las características propias de un agente que pueda repeler un asalto u otro tipo de ataque.
Hace varios meses se disolvió el convenio que tenía Asbanc con la Policía Nacional para que los policías que estén de franco brinden servicio en estos establecimientos a cambio de un pago de, aproximadamente, 60 soles por día.
En agosto del año pasado, cuando el premier Óscar Valdés era el titular del Ministerio del Interior, anunció que los policías dejarían la vigilancia bancaria para reforzar la labor de las comisarías. Así, los agentes de las Águilas Negras se retiraron de las oficinas bancarias.
De esta manera, los bancos comenzaron a contratar a vigilantes particulares que no contaban con experiencia ni preparación adecuada.
Es más, según fuentes policiales, se empezó a elaborar planes de seguridad para las agencias financieras y los cajeros automáticos sin contar con la asesoría de las Águilas Negras. Esto puede poner en riesgo a los trabajadores y a los clientes de los bancos. Como se sabe, en lo que va del año ya se han producido seis asaltos a estos locales.