Venezuela, Ecuador y Bolivia atacan a la CIDH

COCHABAMBA (Agencias).– Los gobiernos izquierdistas de Bolivia, Ecuador y Venezuela acusaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de defender intereses políticos y económicos contrarios a sus estados, e iniciaron una campaña en la OEA para recortar sus poderes.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el marco de la Asamblea General de la OEA en la ciudad boliviana de Cochabamba, cuestionó a la CIDH y la calificó como defensora de la "libertad de extorsión del periodismo" y pidió urgentes reformas que acaben con "su espíritu de ONG" que sirve a corporaciones.

La CIDH funciona en forma autónoma a la OEA y sus críticos informes han molestado tanto a dictaduras de derecha que gobernaron en Latinoamérica durante la década de 1970 y parte de los años de 1980 como a los actuales gobiernos de izquierda de Ecuador, Venezuela y Bolivia.

El órgano pidió meses atrás a Correa que cesara un proceso judicial contra periodistas que lo caracterizaron como un gobernante autoritario y escribieron sobre los negocios de un hermano del presidente ecuatoriano con el Estado.

A su turno, el embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, dijo que la CIDH "es un instrumento del imperio compuesto por cómplices y pusilánimes"; mientras que el presidente boliviano Evo Morales ha planteado la "refundación de la OEA" porque es un "mecanismo de dominación" estadounidense.

CARTA SOCIALAyer, la Asamblea de la OEA aprobó la denominada 'Carta Social de Las Américas', un instrumento concebido para complementar los procesos democráticos con un desarrollo económico inclusivo que permita superar las condiciones de pobreza y desigualdad imperantes en el continente.

TENGA EN CUENTA

- La función de la CIDH es la de promover y proteger los derechos humanos en el continente americano.

- El presidente ecuatoriano Rafael Correa, único jefe de Estado invitado en la Asamblea de la OEA, dice que el organismo no tiene "representatividad".

- El Consejo Permanente de la OEA pidió cuidado en hacer una reforma de la CIDH, por cuanto la defensa de los derechos humanos es una de sus principales funciones.