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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Por otro lado, es alarmante que, 20 años más tarde, los terroristas estén regresando y se estén recolocando sin que el Gobierno haga algo por evitarlo. Desde el sector Educación hasta Gobierno Interior, es evidente la complicidad de muchos funcionarios, quienes parecen encantados de estar facilitando la infiltración terrorista del Estado. Es una irresponsabilidad verdaderamente criminal, y si el presidente no se siente con la capacidad de poder hacer algo, entonces el Congreso debería intervenir y legislar para obligarlo.

En realidad, la caída del 'presidente Gonzalo' debió de haber enterrado completamente a ese movimiento mesiánico. Sin embargo, entre la complacencia militar, que no le dio el tiro de gracia, así como la abierta colaboración de algunos parientes cercanos –ideológicamente hablando– que se arrimaron al poder hace 12 años, ha llevado a que, hoy, los terroristas sigan activos en el VRAEM, mientras que la casi totalidad de los que fueron encarcelados hayan sido liberados.

Peor aún, como en la euforia de la caída de Montesinos los servicios de Inteligencia fueron desmantelados, el Gobierno no tiene la menor idea de qué podrían estar tramando o siquiera dónde es que están ubicados esos miles de terroristas que increíblemente han soltado.

Así que si no queremos repetir la historia, tenemos que exigirle a Humala que cumpla con su trabajo y, al menos, retire del Estado a todos los que participaron en esos grupos contra los peruanos. Su obligación como presidente es proteger a los ciudadanos y no dejarse llevar por los desvíos ideológicos de algunos de sus correligionarios.