CAMINO CERRADO. La Carretera Central estuvo bloqueada hasta la tarde, pero luego fue despejada. (USI)
CAMINO CERRADO. La Carretera Central estuvo bloqueada hasta la tarde, pero luego fue despejada. (USI)

Redacción PERÚ21

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En vísperas de las celebraciones por Semana Santa, decenas de vehículos de transporte interprovincial quedaron varados en la Carretera Central. La vía amaneció ayer bloqueada con piedras que habían sido colocadas por los trabajadores de la empresa minera Doe Run y por los pobladores de La Oroya, quienes reclamaban el reinicio de las actividades en el complejo metalúrgico.

Los manifestantes cerraron el paso en 11 puntos, afectando el tránsito de los turistas que aprovechaban el fin de semana largo para viajar hacia las ciudades de Huancayo, Tarma Chanchamayo, Huánuco, Tingo María y Cerro de Pasco. Largas filas de camiones y automóviles estaban detenidas en la carretera, mientras que un grupo de revoltosos quemaba neumáticos y lanzaba piedras a otros vehículos.

Debido a que los choferes de algunos camiones quisieron superar los bloqueos a la fuerza, los manifestantes les quitaron sus llaves y las arrojaron al vacío. Esto enfureció a los transportistas, que golpearon a algunos revoltosos e, incluso, los tomaron de rehenes y los amenazaron con quemarlos vivos si no les devolvían las llaves. La intervención de la Policía evitó que la situación llegara a mayores.

En tanto, en el puente Marcavalle, en la zona de La Oroya antigua, también hubo una situación de violencia. Otro grupo de trabajadores se enfrentó a pedradas con un contingente policial que limpiaba la carretera y usaba bombas molotov para dispersar a la turba. Tras este hecho hubo dos detenidos que fueron llevados a la comisaría de La Oroya.

Ante la grave situación, algunas personas optaron por hacer transbordos para continuar su camino. Por su parte, la Policía de Carreteras suspendió el flujo vehicular a 20 kilómetros de la zona de los bloqueos y desvió el tránsito por una ruta alterna.

DIÁLOGODesde el mediodía, una comisión de autoridades de Junín, integrada por el gerente general de la región, Henry López, así como por alcaldes provinciales, dialogó con los dirigentes de los trabajadores a fin de que desbloquearan la carretera. Tras varias horas de conversaciones, los huelguistas aceptaron dar una tregua a cambio de que se forme una comisión con alcaldes y congresistas para atender y solucionar las demandas.

El vicepresidente regional de Junín, Américo Mercado Méndez, dijo que los trabajadores se comprometieron a no promover más bloqueos que perjudiquen a los viajeros en esta Semana Santa.

Por otro lado, el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, señaló que el Gobierno apoya el reinicio de las operaciones en La Oroya, pero siempre que se respete el medio ambiente y la salud de la población. No obstante, explicó que, para reactivar sus operaciones, los dueños de Doe Run Perú están planteando al Gobierno condiciones imposibles de cumplir, como que el Estado se allane a todos los juicios que tienen ellos en Estados Unidos.

Al respecto, el premier Oscar Valdés anotó que el Gobierno tiene un nuevo plan para no aceptar las nuevas exigencias de la minera.

DATOS

- El complejo de Doe Run se encuentra cerrado desde hace tres años por el incumplimiento de su plan de defensa del medio ambiente y a causa de sus millonarias deudas.

- Una junta de acreedores decidió, en enero pasado, reestructurar la empresa en lugar de liquidarla.