(Nancy Dueñas)
(Nancy Dueñas)

Redacción PERÚ21

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Menestrón, lasaña de lomo saltado, pollo caprese en salsa de aceite balsámico, pescado a la romana y salsa de anchoas con cebollas blancas, arroz al pomodoro, salsa de finas hierbas y vino Chianti, lomo fino de res relleno a la florentina, cannolli de mascarpone con frutos secos, linguinis, macarrones al pesto, fusilli a la arrabiata, ravioles de queso ricotta, tortellini de carne en salsa de pimiento piquillo y arúgulas, legumbres de la estación, quesos varios, ensaladas con diversos tipos de aceites de oliva y varios vinagres de vino, jerez y sidra. Todo esto –y más– se luce los martes, a la hora del almuerzo, en el restaurante Le Café del Swissôtel: todo un festín mediterráneo (con su toque peruano).

Reto Steinemann, el chef del hotel, ha hecho una buena selección de platillos e ingredientes, con el fin de satisfacer los exigentísimos paladares de quienes llegan al lugar.

"Llevo 15 años en el Perú y me gusta porque acá se encuentra de todo", nos dice Reto, un cocinero suizo impresionado por la riqueza y contrastes de nuestro país."Por el verano, he tratado de que mi propuesta sea ligera y saludable. Hay pastas, sí, pero también una surtida estación de ensaladas con vegetales, aceites, vinagres y aderezos 100% mediterráneos", agrega.

Reto tiene razón, aquí uno se alimenta y nutre, pero también goza.