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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Por la cantidad de errores que están cometiendo parece, más bien, uno que está terminando. En ese aspecto se asemeja al de Toledo, que producía un escándalo a diario.

En realidad, es increíble cómo partidarios de Humala se disparan al pie creando tormentas de la nada. Desde su flamante ministro de Defensa, que presentó títulos profesionales cuestionados, hasta un numeroso grupo de parlamentarios prontuariados que, pese a la evidente protección del oficialismo, están camino a ser desaforados. Sin duda, el grupo original del mandatario no lo está ayudando.

Ahora tenemos a una excongresista que causó todo tipo de problemas durante cinco años, desde violentas agresiones, pasando por un supuesto vínculo con Sendero, hasta la convivencia con un prófugo acusado por narcotráfico.

Más aún, Nancy Obregón, pese a no haber sido reelegida, no ha desaparecido de la plaza Bolívar. Al contrario, ella, gracias al patrocinio de Abugattás, sigue recorriendo el Parlamento, agrediendo a quien quiere fotografiarla y generando innecesarios escándalos.

Por ello, uno se pregunta: si Humala está realmente comprometido con la Hoja de Ruta, ¿qué sentido tiene que siga arrastrando el lastre de toda esta gente que solo piensa en regresar a las propuestas trasnochadas de La Gran Transformación y, por tanto, lo único que buscan al final del día es boicotearlo?

Así que haría bien el presidente en reflexionar si su gobierno va a poder soportar el desgaste de tanto escándalo y si no sería una buena oportunidad para buscar un apoyo más amplio para darle más solidez a su mandato. Tiene la ventaja de que existe unanimidad en el rumbo económico, por lo que lo único que requiere definir serían brochazos políticos y sociales para poder lograr un acuerdo nacional que le daría a su gobierno la estabilidad que está a gritos necesitando.