Por: Fernando Cillóniz, Al.Mercadofcilloniz@peru21.com
Hay gente que confunde la subasta de tierras de Olmos con una lotería. Habría que aclarar que una lotería es una especie de rifa donde la adjudicación de los bienes se resuelve mediante la suerte, y eso va a ocurrir con las tierras norteñas. En Olmos, lo que va a ocurrir es una subasta; es decir, una venta de tierras a los mejores postores. No serán los suertudos los que se adjudiquen las fértiles tierras lambayecanas, lo serán los inversionistas que más dinero arriesguen en agricultura moderna y competitiva. Por eso estoy en total desacuerdo con quienes proponen dividir Olmos en pequeñas parcelas para entregarlas –no se sabe con qué criterio– a un grupo de 500 o más afortunados agricultores. Felizmente, la sensatez ha primado en Olmos. La subasta exitosa está a la vista. Pronto Lambayeque tendrá la mejor agricultura del mundo.