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Redacción PERÚ21

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Carlos Basombrío,Opina.21cbasombrio@peru21.com

Pertenecían al Escuadrón Verde, unidad que conocí muy de cerca y que se creó en la segunda gestión de Fernando Rospigliosi, específicamente para apoyar a los municipios en seguridad ciudadana. Los subieron al avión sin poder siquiera regresar a sus casas a cambiarse y despedirse de sus familias. Llegaron a un lugar desconocido, en donde a las pocas horas fueron cazados como patos por las huestes de Antauro. ¿Qué pensarán sobre lo que hoy ocurre las viudas e hijos de esos policías? Usando la palabrita de moda, ¿se sentirán incluidas estas modestas familias?

Esto lo venían planificando desde hace tiempo. Tantearon la temperatura del agua con la semanita en el Hospital Militar, donde Antauro despachaba cual gerente.

Aprovecharon ahora la alta aprobación para hacer esta segunda movida. Sabían que causaría rechazo. Deben de haber pensado: "Nos podemos dar el lujo de perder unos 10 puntitos. Luego la gente se olvida y los recuperamos". Creo que todo esto es un ensayo general para el gran objetivo familiar que es el indulto.

La angurria de Antauro y la capacidad de la prensa por exponer los abusos del poder han hecho que las cosas se les vayan de las manos. Pero al responsable político, el acomodaticio ministro de Justicia, no le pasará nada en el Congreso porque los fujimoristas tienen rabo de paja e intereses muy concretos en los temas carcelarios.

Deplorable, también, que un hombre serio como el actual jefe del INPE se haya prestado para esta charada. Grave error no saber decir que no cuando hay que hacerlo, así cueste el cargo. Además, a los que bajan la cabeza, normalmente se la cortan.