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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Esther Vargas,Sexo.21@esthervargasc en Twitter

La historia comenzó de madrugada, en medio de una fiesta que se apagó. Ella se quedó despierta conversando con él, su mejor amigo. Ella confesó una crisis en su relación. Ella se sintió desnuda descubriendo sus problemas. Él admitió que le pasaba lo mismo. Por la mañana, entre risas y consejos de autoayuda, se despidieron sin pensar que, en las próximas horas, ella pensaría en él y él en ella, ella lo habría visto como hombre, atractivo, inteligente, se fijó en sus manos, en su cuerpo. A él le pasó lo mismo. Ni ella ni él pudieron esperar hasta el lunes para continuar la charla.

Se llamaron por teléfono, chatearon, siguieron hablando por teléfono. Una tarde, él le envió flores. En la tarjeta decía que solo esperaba una sonrisa. Ella sintió que se estaba desarmando y tuvo miedo. Pero aceptó verlo. Se encontraron para cenar. Bebieron unos tragos, retomaron sus angustias, volvieron a reírse y a coincidir. De pronto, en un instante que ninguno de los dos llega a definir con claridad, él tomó su mano, le buscó la boca, la besó. Él le pidió una noche juntos. Ella dijo que no, vana resistencia. Él dijo que no tenían nada que perder. Ella se dejó llevar, sintiéndose muy puta, pero muy dueña de sí misma y con el derecho de hacer lo que en ese instante quería.

Al día siguiente, ella y él despertaron para preguntarse si seguirían siendo amigos, si podrían regresar a los brazos de sus respectivas parejas, si el secreto se mantendría como tal, si nadie del grupo sospecharía… ninguno de los dos se preguntó qué harían con sus deseos despiertos, los cuales irrumpirían y descolocarían el orden de las cosas.

Cuando el sexo entre dos mejores amigos es BUENO (como en esta historia), puede nacer una relación clandestina muy sexual que quizás avance hacia el amor. En otros casos se impone el desastre: son descubiertos, lastiman, se culpan, se sienten desleales y utilizados. Esto último fue lo que le pasó a esta pareja de amigos. Nada volvería a ser como antes.

De un choque y fuga con alguien que no se conoce es posible salir ileso, del cuerpo y del corazón. De un polvo malo queda la risa, el olvido y las ganas de abrazar a tu pareja –cornudita ahora– y decirle que es lo mejor del mundo. De una noche de buen sexo con un mejor amig@, las probabilidades son inciertas. Conozco a muy pocos sobrevivientes. Advertidos están.

TENGA EN CUENTA

- La amistad no será igual después de un encuentro sexual entre dos amigos. Siempre hay uno que queda impactado, que se ilusiona, que mira diferente, que siente diferente.

- No hay recetas para evitar estas situaciones, pero algunos dicen que siempre es bueno estar blindados para las tentaciones, sobre todo con personas tan importantes como un mejor amigo.