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Redacción PERÚ21

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Guido Lombardi,Opina.21glombardi@peru21.com

Para comprobarlo, es suficiente revisar las páginas policiales de casi cualquier día del año. Ahora se ha publicado el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social 2012. Sin embargo, no parece un buen augurio que se haya escogido el Día de los Inocentes para hacerlo público.

Tampoco resulta alentador ver la enumeración de logros obtenidos durante el 2011. Se reducen a un listado de reuniones de los comités en cada uno de los niveles de gobierno y a algunos esfuerzos de difusión y capacitación. Aunque parezca broma de mal gusto, se presenta como gran éxito del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec): "Se ha logrado sustentar, definir técnicamente y aprobar 12 indicadores que servirán para evaluar la eficacia de las políticas públicas de seguridad ciudadana" (páginas 27 y 28 del citado plan), entre los que se encuentran algunos tan "novedosos" como la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes o las muertes por tránsito o por suicidio de mayores de cinco años (sic).

Como señala Gino Costa en un sólido diagnóstico publicado en IDL (N° 215, diciembre 2011), para que la apuesta de frutos sea sostenible se requiere de varias cosas más que una reunión mensual. No sesionar en público y ante las cámaras de televisión; contar con una Secretaría Técnica de alto nivel que haga el seguimiento, facilite la implementación de los acuerdos y provea al Consejo de Información insumos y propuestas; hacer ajustes al marco institucional del sistema para fortalecer las atribuciones de los alcaldes, especialmente en relación con las autoridades policiales que deben estar bajo su liderazgo.

En conclusión, en el tema de la seguridad ciudadana seguimos estando en pañales.