Lerner aceptó cada uno de sus pedidos, pero lo único que Santos y Saavedra buscaban era evadir la justicia. (Perú21)
Lerner aceptó cada uno de sus pedidos, pero lo único que Santos y Saavedra buscaban era evadir la justicia. (Perú21)

Redacción PERÚ21

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Después de 11 días de huelga y cuatro días de estado de emergencia en Cajamarca, Perú21 pudo conocer que el verdadero motivo del rompimiento del diálogo entre el Ejecutivo y los dirigentes radicales antimineros fue la impunidad.

Fuentes del Gobierno informaron que el domingo 4 todo iba bien hasta que el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, ingresó a la sede municipal con mucha soberbia. "Yo no hablo con nadie si no entran todos", respondió cuando la comitiva ministerial, encabezada por el premier Salomón Lerner, lo invitó a pasar a la sala de reuniones del local provincial.

Prefirió quedarse en el patio de la antigua casona hasta que ingresaran las 15 autoridades locales y provinciales que, hasta ese momento, lo acompañaron en su revuelta contra Minas Conga. Después de una hora y media, Santos se dignó a entrar.

"Yo no quiero terrucos en la misma mesa", dijo uno de los ministros en voz baja cuando ingresó Wilfredo Saavedra ('camarada Rodrigo'), presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, quien purgó cárcel por terrorismo. Pero Lerner le pidió más respeto.

Santos inició su discurso, le siguieron los alcaldes y, finalmente, Saavedra. "Mi discurso va a ser largo", advirtió este, y lo fue. Habló 40 minutos y, cuando quiso leer un pronunciamiento de sus bases, Lerner lo cortó y le pidió que se lo enviara por escrito o por Internet. Al parecer, lo único que buscaban los dos dirigentes era ganar tiempo.

NO ACEPTARON EXIGENCIASLa comitiva ministerial planteó instalar dos mesas: una para el caso Conga y la otra para los temas de desarrollo en la región. Además, se ofreció realizar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental e instalar dos programas sociales en menos de tres meses.

Pero todo quedó en nada porque, súbitamente, Santos y Saavedra redactaron y presentaron su propia acta, que tenía seis puntos. La delegación del Ejecutivo le aceptó cinco. Lo único que calificaron de inviable fue el que se refería a la "no criminalización y judicialización de las protestas".

Lerner y el ministro del Interior, Óscar Valdés, respondieron con un rotundo "¡no!".

Es que los dirigentes pusieron ese punto en su acta porque sabían ya de la denuncia de la Procuraduría del Ministerio del Interior a ambos. La procuradora Giselle García la había presentado el segundo día del paro, por el delito de extorsión, alteración del orden público y peculado de uso.

Ante esta negativa, Santos se puso nervioso y comenzó a mandarle mensajes con la mirada a Saavedra. Luego de la cuarta pausa en las negociaciones, ambos regresaron con la determinación de que no iban a levantar el paro hasta consultar con sus bases.

Fue en ese momento que Valdés se enfrentó a Saavedra y le enrostró: "Tú no tienes palabra". Mientras que Lerner le dijo a Santos: "Si tú tienes que consultar con tus bases, entonces yo tengo que hacer un referéndum".

Al promediar las 8:30 p.m., el premier recibió una llamada del presidente Ollanta Humala para conocer los resultados. "¡Regresen! Yo no acepto chantajes de nadie. Aceptan o no aceptan", expresó el mandatario y cortó. Más tarde, él mismo anunciaba el estado de emergencia en Palacio de Gobierno.

ESTÁN EN LA MIRALa Junta de Fiscales Superiores de Cajamarca evalúa denunciar penalmente a estos dirigentes. Por lo pronto, ya pidió al Ministerio de Economía el bloqueo de las cuentas del gobierno regional.

DOCUMENTO

- De puño y letra. Santos y Saavedra redactaron un acta paralela a la de las negociaciones, incluyendo la no criminalización de las protestas. Este punto jamás estuvo en la agenda y, como no se les aceptó, 'patearon el tablero'.