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Redacción PERÚ21

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Enrique Castillo,Opina.21ecastillo@peru21.com

Las mejores pruebas de que el Ejecutivo anda sin rumbo claro y sin manejo político son: la decisión de prorrogar por 30 días más el estado de emergencia en tres provincias de Cajamarca; y el mal manejo que se viene haciendo de la anunciada nueva ley sobre el magisterio.

Si es verdad que el presidente no mencionó el tema Conga el 28 de julio para evitar "levantar" el asunto, y si lo que se quería para Cajamarca era llevar adelante la política del diálogo anunciada hasta el hartazgo por el nuevo Premier –abanderado del diálogo y la concertación–, ¿por qué se dicta una medida que se sabía que iba a "levantar" el tema inevitablemente; iba a servir de excusa a Santos y compañía para patear el tablero; e iba a provocar la reacción y el aprovechamiento inmediato de los radicales en momentos en que la calma parecía haber llegado a Cajamarca? Se puede afirmar que la prórroga busca evitar movilizaciones y protestas que se venían anunciando, pero ¿acaso ahora no se anuncian con mayor razón?, ¿ha evitado el estado de emergencia las movilizaciones y marchas?

En el otro caso sucede algo similar. Si es verdad que la nueva ley sobre el magisterio fue totalmente aprobada el jueves en Consejo de Ministros, y es superior a la Ley de la Carrera Pública Magisterial y a la del Profesorado juntas, ¿por qué no se da a conocer ya el proyecto oficial para rebatir lo dicho por los críticos, y para promover ese gran debate que el Gobierno dice que se debe dar?, ¿por qué se contradicen las versiones de los propios ministros sobre la obligatoriedad de la evaluación o la participación del Sutep, por ejemplo?, ¿por qué tanto misterio, el cambio de nombre, y la pésima comunicación gubernamental sobre el tema?

Definitivamente el manejo político o la coherencia no son el fuerte de este Gobierno, y la presencia del nuevo primer ministro parece no haberle aportado mucho al Ejecutivo en ese sentido.