Revirtiendo asociaciones público-privadas

El Perú tiene un déficit de infraestructura muy grave, que no solo incluye carreteras, transmisión y distribución de electricidad o saneamiento, sino también cárceles.
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Gianfranco Castagnola,Al.Mercadogcastagnola@peru21.com

Las condiciones en las que habitan los reos son infrahumanas. El gobierno anterior licitó la concesión de una primera cárcel privada. El contrato debió haberse suscrito hace tres meses, pero el anterior ministro de Justicia canceló el proyecto, aparentemente, por "razones políticas". Curioso que autoridades que dicen defender los derechos humanos no revisen las exitosas experiencias en otros países y condenen al hacinamiento a miles. Igual pasa en Essalud, donde la construcción y operación de hospitales –bajo la supervisión de esa entidad– que ya se había licitado a un consorcio extranjero, se ha cancelado. Mientras, los afiliados siguen padeciendo. Es que entre decir "inclusión" y aplicar "inclusión" hay un buen trecho, muchas veces plagado de prejuicios ideológicos anacrónicos.

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