"Estos niños están en abandono moral y material. No les han inculcado principios. Las madres solteras no les prestan ninguna atención. Cada día hay más hogares mal constituidos: los jóvenes procrean hijos y no saben cómo mantenerlos. Luego optan por abandonarlos. Esto ocasiona que los pequeños crezcan en forma silvestre, sin educación, sin valores y sin ninguna orientación. Un niño necesita consejo de los padres, que se les alimente y se cubran sus necesidades. Cuando esto no es satisfecho, los menores comienzan robando frutas o cosas simples y después ascienden en el mundo del hampa. A la par, avanzan con el consumo de alucinógenos. No hay nadie quien les pida cuentas. No saben dónde vivir, dónde dormir. Hay quienes tienen casa, pero no hay nadie en ella. Por eso, buscan una familia en la calle y cometen hechos antisociales. Para superar estos problemas sociales, el Estado debe combatir la pobreza e implementar más programa de capacitación de madres solteras".