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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Así que es innegable que el fútbol ha trascendido el ámbito meramente deportivo. Más aún, el estado de ánimo y las expectativas de una población pueden cambiar radicalmente en función del resultado de su equipo local o selección. Por ello, a diferencia de cualquier otro deporte, la crisis del fútbol peruano abre los noticieros y es motivo de portada en los diarios.

Por otro lado, la deplorable situación en la que ha caído –con jugadores en huelga y clubes quebrados– ha sido causada por sus dirigentes, quienes no parecen estar dispuestos a aceptarlo y siguen actuando como si nada hubiera pasado.

En primer lugar, tenemos al presidente de la federación, principal culpable del deterioro y el caos. Fiel a su estilo de años –que le ha permitido seguir entornillado al cargo–, rápidamente evadió la responsabilidad y se alejó del problema escapando a Zúrich a ver a la FIFA justo en el momento más álgido.

Luego, se ha confirmado que, pese a que no tienen un 'mango', los principales clubes siguen ofreciendo sueldos irreales que no tienen intención de pagar. Mientras que los jugadores los siguen aceptando, pese a que no tienen esperanzas de cobrarlos. Parecería un ejercicio absurdo que no tendría sentido si no fuera por el pago de 'comisiones' sobre el monto inicialmente pactado. Hay demasiados dirigentes que no son solventes y que tienen que vivir de algo.

Al final, queda claro que las dirigencias no han cambiado y, sin duda, la descomposición se seguirá agudizando. Así que solo queda cancelar el campeonato a ver si finalmente reaccionamos y modernizamos, de una vez por todas, el fútbol profesional peruano.