ÁNIMOS CALDEADOS. Comuneros insisten en exigir agua segura. (Mari Liss Núñez/USI)
ÁNIMOS CALDEADOS. Comuneros insisten en exigir agua segura. (Mari Liss Núñez/USI)

Redacción PERÚ21

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Las protestas de los pobladores del distrito de Jangas, que reclaman a la empresa Barrick por el abastecimiento de agua potable, se trasladaron ayer a la ciudad de Huaraz. Luego de que un día antes el choque entre un grupo de manifestantes y la Policía dejara una persona muerta y siete heridas, los comuneros marcharon ayer por las principales calles e insistieron en exigir a la minera la dotación de agua segura.

El dirigente de la comunidad, Marco Castromonte, explicó que los reclamos contra Barrick se iniciaron el viernes pasado luego de que la mina suspendiera la entrega habitual de agua, a través de los camiones cisterna, a las comunidades de Mareniyoc y San Isidro. Ellos exigen el abastecimiento de agua del trasvase de la Cordillera Blanca y no con aguas tratadas en la minera, como lo hace ahora la empresa, pues temen que los recursos estén contaminados.

Sin embargo, Gonzalo Quijandría, gerente de Asuntos Corporativos de Barrick, explicó que el agua de la mina está tratada y su calidad ha sido certificada por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental.

La controversia ocasionó que el último miércoles en la tarde se produjera un grave enfrentamiento entre la Policía y un grupo de comuneros que bloqueó el acceso al campamento de Pierina e intentó violentar la puerta de ingreso a la mina de oro. En el enfrentamiento Demetrio Poma Rosales (54) recibió el impacto de una bala en el cuello y murió. En tanto, resultaron heridos Alejandro Rosales (45), Agripina Lúcar Rosas (43), Marcelina Nolasco Albino (47) y Eulogio Ramos Julca (25), así como tres policías.

Tras los hechos, la empresa suspendió temporalmente sus operaciones y expresó su deseo de que se restablezca la tranquilidad para retomar el diálogo. No obstante, los comuneros anunciaron que continuarán con las protestas.

TENGA EN CUENTA

- Human Rights Watch envió una carta al presidente Ollanta Humala expresando su preocupación por el uso de la 'fuerza letal' en los conflictos sociales.

- Señaló que en el primer año de su presidencia, 15 civiles murieron tras recibir disparos durante protestas.