Grave hallazgo. La Contraloría detectó que, en 2009, el Pronaa distribuyó más de 10 millones de raciones incompletas y dejó de entregar cerca de tres millones de ellas, pese a que estaban presupuestadas.
Ello afectó a medio millón de niños de entre seis y 12 años de edad, la mayoría con cuadros de desnutrición crónica. La Contraloría determinó que hubo responsabilidad administrativa de 20 exfuncionarios de la institución.