Foto: Rochi León.
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Redacción PERÚ21

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Patrus Anaís,Político brasileñoAutor: Gonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Juntos, el programa que les entrega dinero en efectivo a las familias más pobres a cambio de que estas eduquen y cuiden la salud de sus hijos, se inspiró en Bolsa Familia, programa creado en Brasil. Conversamos con Patrus Anaís, exministro brasileño y uno de sus promotores.

Trabajó con Lula da Silva (expresidente de Brasil) desde los inicios de este en la política…Sí, desde antes de la creación del Partido de los Trabajadores (el partido de Lula). Yo era abogado de algunos sindicatos y Lula era presidente del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos. Allí lo conocí.

¿Qué le atrajo de Lula?Su extraordinaria capacidad política, su talento para aglutinar personas diferentes alrededor de sus ideas, su estupendo liderazgo, su memoria espléndida, su lectura de la realidad, su fuerza física y su energía –a pesar de los problemas que tiene hoy–, su gran sentido del humor, su extraordinaria capacidad de comunicación y su capacidad de crecer siempre, de sacar lecciones de vida de toda situación.

Dicen que Lula sabe estar con Dios y con el diablo…Como dijo Winston Churchill: "Con Dios hay que estar siempre, y si el diablo estuviera contra Hitler, pues, hay que estar con el diablo, ser su amigo (risas)". Lula tiene una gran capacidad de diálogo, de convivencia y de integración de intereses. Brasil es un país muy complejo, muy diferenciado en términos geográficos, sociales, culturales, y Lula trató de buscar el equilibrio, lograr un denominador común donde confluyesen los intereses de los brasileños, tarea nada fácil. Por ejemplo, Lula supo conversar y negociar con los movimientos rurales más duros, los promotores de la reforma agraria, movimientos pastorales, etcétera. Su capacidad para trabajar con todos es admirable.

Muchos gobernantes llegan al poder por los votos de la izquierda, pero gobiernan para la derecha. ¿Eso pasó con Lula?No, no fue su caso. Si bien él entró al poder con los votos de la izquierda y del centro, su vicepresidente era un importante empresario, pero con una gran sensibilidad social. Yo diría que Lula hizo un gobierno de centroizquierda, que trabajó mucho para los pobres y que hizo transformaciones impresionantes en el campo social: más de 20 millones de personas salieron de la pobreza extrema, 30 millones ascendieron a la clase media. Y aunque su gobierno no estuvo exento de problemas, decidimos enfrentar los desafíos con habilidad.

Usted fue ministro de Desarrollo Social…Ese ministerio fue el que mejor expresó al gobierno de Lula. Se fundó en enero de 2004. Estuve en el cargo hasta abril de 2010. El ministerio integraba tres áreas: asistencia social, seguridad alimentaria y nutricional y transferencia de rentas a través del programa Bolsa Familia. El ministerio tiene un presupuesto de 30 billones de dólares por año y no incluye programas de educación, salud, agricultura o similares. No, todo este dinero se destina a asistencia social, alimentación y transferencia de rentas. Así pudimos erradicar el hambre endémica en Brasil. Los programas sociales han pasado a ser un motor de la economía brasileña, una forma de enfrentar la crisis internacional, porque los pobres tienen dinero para comprar, y así fortalecemos el mercado interno.

Aquí criticamos el asistencialismo, no pedir nada a cambio.Quienes hacen esta crítica son los ricos; para ellos, el Estado no debe dar nunca nada, solo a ellos. La alimentación y la salud son derechos. Si no comen, las personas mueren. El Estado debe proveer alimentación. Por eso, la transferencia de rentas es fundamental. Una familia sin renta mínima se puede convertir en un problema. Por ello, el Estado debe garantizar su sobrevivencia por razones humanitarias, sociales e, incluso, económicas. Lo que le digo es normal en Europa, pero acá escandaliza.

Europa está en crisis…Pero no por esto. Los países escandinavos no están en crisis. La crisis del 2008 la ocasionaron los ricos, por la especulación financiera.

Alejandro Toledo, expresidente del Perú, decía que hay que enseñarles a pescar a los pobres, no darles pescado…Es una frase muy pobre, lamentable. Para que el pobre pueda pescar debe estar bien alimentado, saber pescar y tener todos los instrumentos necesarios para hacerlo.

¿Brasil es un país ambicioso?En Brasil hay un gran sentimiento latinoamericano, no tenemos planes expansionistas, no somos imperialistas y somos amigos de toda Latinoamérica. Con Perú estuvimos de espaldas, pero ahora estamos trabajando juntos. Yo creo que nuestras economías podrían ser totalmente complementarias.

Acaba de participar en el Foro contra el Trabajo Infantil…Toda Latinoamérica tiene una gran deuda social. Somos países desiguales, injustos, con mucha violencia, abuso y explotación sexual de niños y jóvenes, trabajo infantil. Nuestros problemas son muy parecidos. Por eso, debemos trabajar juntos, integrarnos.

AUTOFICHA

- Nací en 1952, en Minas Gerais. Fuimos 14 hijos. Mi padre era un hacendado. Pasé mi infancia y adolescencia en una zona rural. Allí tuve mi primer contacto con la pobreza.

- Siempre estudié en escuelas públicas. Desde entonces desarrollé una conciencia social. Trabajé de niño, junto con mi padre, en el campo.

- Fui ministro de Desarrollo Social de Lula. Dentro de nuestros logros estuvo sacar a 20 millones de brasileños de la pobreza; 30 millones más pasaron a integrar la clase media.