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Redacción PERÚ21

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Gianfranco Castagnola,Al.Mercadogcastagnola@peru21.com

Por ello, llama la atención que de nuevo se pretenda convertir al Estado en empresario, a pesar de la desastrosa experiencia de los 70 y los 80 y de la pésima gestión de Sedapal y otras empresas públicas que sobrevivieron a la privatización de los 90. Petroperú ha anunciado que participará con el 20% del proyecto del gasoducto del sur, que representa US$4,800 millones. Una parte será financiada con endeudamiento, por lo que es posible que Petroperú aporte US$300 millones o US$400 millones. La pregunta obvia es ¿para qué? No hay ninguna razón para hacerlo, ni financiera ni 'estratégica'. Ese dinero tiene mejores destinos (infraestructura para el desarrollo rural, saneamiento, etc.). El Estado no debería distraer recursos económicos ni de gestión en tareas que el sector privado puede hacer. Este es un buen ejemplo de ello.