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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

En ese momento nos causó indignación ese tratamiento privilegiado, no eran simplemente grandes o medianos contribuyentes como cualquier otra empresa o ciudadano. No, ellas eran especiales y por eso tenían un tratamiento diferenciado. Era claro que las trataban como a un familiar, eran hermanas del ente recaudador, ya que todos formaban parte del Estado.

Supongo que, con el tiempo, esa situación debe de haber variado y esa odiosa discriminación se habrá eliminado. Pero la historia viene a cuenta para ilustrar cómo en el aparato estatal viven con otras velocidades y prioridades, son como una cofradía, apartados del resto de peruanos.

Así, tenemos que al Ministerio de Educación le parecía adecuado tener almacenados, durante casi un año, medio millón de libros y decenas de miles de computadoras esperando quién sabe qué para ser entregados al profesorado. Difícil imaginar que una empresa normal se pueda dar el lujo de sentarse en una inversión millonaria sin que las máquinas sean utilizadas o los libros aprovechados.

Incluso, la vida útil de un computador no pasa de dos años, por lo que ya estaban consumiendo buena parte de su existencia encajonados. Sin duda, a un gerente por ese error lo despiden en el acto, mientras que en el Estado es como si nada hubiera pasado.

Asimismo, estamos seguros que Defensa Civil no es tan exigente o insistente en medidas de seguridad con entidades estatales como lo es con el sector privado. Más aún, en la vida le permitirían a una empresa de almacenamiento tener todos esos libros arrumados, como si estuvieran esperando un incendio anunciado.

Por otro lado, algo similar ha ocurrido en el Parlamento con Gestores, ese programa descabellado. Al presidente se le ocurrió crearlo y destinaron 10 millones de soles de todos los peruanos, sin mayor evaluación sobre el esperado retorno del proyecto para justificar el gasto. Más bien pensaron, 'como hay plata la destinamos al esquema que estamos inventando y si fracasa lo enterramos haciendo causa común con el resto de parlamentarios para evitar ser investigados'. Al final dicho y hecho, nadie será sancionado.

En realidad, pensándolo bien el absurdo concepto que el aparato estatal es un mundo diferenciado, y que llevó al tratamiento privilegiado de 'Las Perú', no ha desaparecido, al contrario, se ha extendido a todo el Estado.