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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Es imposible leer algunos puntos del memorando de entendimiento que los políticos griegos han debido firmar –para recibir un préstamo– sin caer en la convicción de que tanto los que los obligan a firmar como los que aceptan hacerlo están chiflados o bien han renegado de su condición humana. Más allá de entregar el control de la economía nacional a los bancos y a las corporaciones extranjeras, tiene cláusulas que obligan a Grecia, por ejemplo, a reducir el gasto en medicinas y a comprar alimentos para bebés que en otras zonas de Europa son considerados insalubres. Recorta, además, los salarios de los funcionarios públicos y los fondos destinados a la seguridad social y a los hospitales, además de la consabida privatización de la propiedad pública, de las cuales el Estado solo conservará las "más vitales".

Todo esto lo podemos decir en otras palabras: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) "utilizan la crisis para robar los activos estatales y entregárselos a las corporaciones amigas. Por supuesto que el Estado no podrá establecer medidas que lesionen las normas del libre movimiento de capitales ni establecerá ningún derecho de veto (…) ni cualquier otra forma de derechos especiales en las compañías privatizadas". Es decir, que los intereses de las corporaciones y los bancos prevalecerán sobre los ciudadanos. Ya el paro en Grecia ha llegado al 21%, un paso más y el estallido social será inevitable. Tal estallido solo podrá evitarlo una dictadura. No hay democracia que soporte tamaña desocupación y tamaña reducción en los ingresos de la población.