PUEBLO FANTASMA. Kiteni presenta otra cara tras amenazas. (Alberto Orbegoso)
PUEBLO FANTASMA. Kiteni presenta otra cara tras amenazas. (Alberto Orbegoso)

Redacción PERÚ21

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Tras el ataque senderista del sábado último en el aeródromo de Kiteni, donde fueron dinamitados e incendiados tres helicópteros que prestaban servicio a la empresa Transportadora de Gas del Perú (TgP), más de 200 trabajadores abandonaron las estaciones de bombeo y de mantenimiento de Camisea en Kepashiato y en Kiteni.

Personal de TgP y de Techint inició, desde el fin de semana último, su repliegue hacia la ciudad de Quillabamba, así como hacia la Planta de Separación de Gas Natural-Malvinas.

Al cierre de esta edición, los trabajadores seguían arribando a ambos lugares.

El repliegue de los servidores en Quillabamba hizo que los más de 25 hoteles en esa ciudad quedaran atiborrados.

Periodistas de esa localidad cusqueña manifestaron a este diario que la situación es tensa, sobre todo en Kiteni y en Kepashiato.

"Hay gente que ha invertido en hoteles, hostales, restaurantes y otros negocios en Kepashiato y Kiteni que ahora están desolados", afirmaron.Dijeron, además, que este hecho representa un golpe económico para sus negocios y que la situación se complica.

LO SACAN DEL MAPAPor su parte, el experto en temas subversivos Pedro Yaranga señaló que TgP "ha borrado de su mapa cartográfico a Kiteni, donde concentraba su centro de operaciones para sus desplazamientos, su logística y mantenimiento".

"Han dejado tal cual el aeródromo en Kiteni con los restos de los helicópteros saboteados por las hordas de Martín Quispe Palomino", añadió.

Según se supo, ambos centros poblados han quedado como zonas donde no hay policías porque estos se han replegado a puntos estratégicos del centro de la ciudad, mientras que la presencia militar es casi nula.