Retroceso. El Pleno del Congreso dio luz verde a la Ley de Reforma Magisterial que, en la práctica, flexibiliza las evaluaciones a los docentes, quitándole peso a la meritocracia para obtener mejores salarios. Tan es así que ni bien se promulgue y entre en vigencia la norma, el Gobierno incrementará el sueldo a los maestros, sin examen de por medio, claro.
Quien, por supuesto, está feliz con el texto aprobado es la ministra de Educación, Patricia Salas. En Canal N confirmó que se efectuará el aumento para todos los profesores. Según dijo, la ley incluye un sistema de evaluación basado en la capacitación.
"No hay nada que temer. No es una ley contra los maestros. No hay despidos masivos de ninguna clase ni nada que tenga que ver con la privatización. Inmediatamente después de que se promulgue, estaremos listos para dar el aumento", insistió. La semana pasada, Salas señaló que el incremento inmediato fluctuará entre 100 y 500 soles.
En un intento por tranquilizar al Sutep, el jefe de la Dirección de Trayectoria y Bienestar Docente, Manuel Paiba, aseguró que se respetará la estabilidad laboral de los profesores y ninguno será retirado al ingresar al sistema.
SABOTEARON LOS AVANCESConsultado por este diario, el congresista Mauricio Mulder advirtió que la norma es un "retroceso" en los esfuerzos por consagrar la meritocracia en el sistema educativo. Remarcó que lo que más le interesa al Gobierno no es la calidad de la educación, sino cómo mantener a los malos profesores en sus puestos.
Alertó que la ley establece una serie de mecanismos que restringen la necesidad de las evaluaciones periódicas para ascender y otorga hasta tres oportunidades para un docente jalado (ver recuadro).
"Recoge un 80% de la norma actual, que no le dio la gana de cumplir. No tenían voluntad. La sabotearon. Si la hubieran implementado, ya habría 200 mil maestros incorporados", sentenció.
POSTERGA MERITOCRACIAEn diálogo con Perú21, el exviceministro de Gestión Pedagógica, Idel Vexler, dijo que, si bien la meritocracia se mantiene en la ley, su aplicación efectiva se posterga ya que un sector de profesores podrá acceder a este mecanismo después de 10 años.
Asimismo, aclaró que, en la Ley de Carrera Pública Magisterial, el tiempo de experiencia era un requisito para ascender, pero no indispensable, como sí lo eran las maestrías y las especializaciones.
Vexler manifestó que le preocupa que los profesores pasen a los niveles 1, 2 y 3 de manera compulsiva, sin evaluación, lo que generaría quejas de los docentes.
También cuestionó que se haya quitado el porcentaje de la asignación para los directores y para los que trabajan en escuelas unidocentes. "Yo hago votos para que las cosas salgan bien", expresó.
En tanto, el congresista Alberto Beingolea cuestionó que no exista una concepción de lo que debe ser la gran reforma educativa. Se preguntó cómo se explica que un maestro enseñe 17 horas a la semana, cuando otro empleado trabaja 40 horas, y tenga 60 días de vacaciones, cuando lo común es 30 días. "Es porque les pagamos muy mal y así pueden tener otros trabajos. Es un problema de fondo que no ataca la ley", dijo.
ACCIONES LEGALESEl Sutep, en tanto, saltó hasta el techo y rechazó la norma, pero por razones diferentes. Su secretario general, René Ramírez, anunció paralizaciones, marchas, acciones de amparo y una demanda de inconstitucionalidad. Denunció que se conculcan los derechos adquiridos en la Ley del Profesorado porque –detalló– el nivel de los docentes desciende, recortándoles el sueldo. Además, no se respeta el 30% de bonificación por preparación de clases. "Se nos degrada y se pone en peligro la estabilidad laboral. Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas", aseveró.
La facción más radical de los maestros (Sutep-Conare)realizó ayer un paro "nacional" de 24 horas contra la norma.