La policía antidrogas realiza constantes operativos para desbaratar a los carteles que operan en la zona. (Difusión)
La policía antidrogas realiza constantes operativos para desbaratar a los carteles que operan en la zona. (Difusión)

Redacción PERÚ21

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José Clementejclemente@peru21.com

Mientras los cocaleros de Aguaytía mantienen un tenso diálogo con las autoridades del Ejecutivo por la permanente política de erradicación de sus cultivos de plantas de hoja de coca, y la cuenca del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) es declarada zona "cerrada" al tráfico de insumos químicos, los narcotraficantes están convirtiendo a Puno en su nuevo bastión de la producción, elaboración y trasiego de droga hacia Bolivia y Brasil.

Según el sociólogo y experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, algunas zonas de Puno van a convertirse en el nuevo VRAE debido a que allí existe un accionar impune de los narcotraficantes y de algunos pequeños cárteles colombianos y bolivianos que operan en esos lugares. "Allí, los colombianos son los jefes y los bolivianos los lugartenientes", comentó.

Antezana indicó que las localidades de Yanacocha (Alto Inambari), San Ignacio y San Pedro de Putina Punco prácticamente están reconocidas como una nueva cuenca cocalera –junto a Tambopata- sin que se advierta la presencia del Estado en esos lugares.

Refirió, además, que en Tambopata y en algunas otras localidades funcionan algunos programas de cultivo alternativo como el café, pero la mayoría de campesinos están siendo arrasados por los narcotraficantes.

"En Alto Inambari es común ver a cocaleros huanuqueños y ayacuchanos, mientras que en San Pedro de Putina Punco predominan los aimaras", anotó. PRESENCIA DEL ESTADOAnte esta situación, Antezana demandó una mayor presencia policial para la erradicación de los cultivos, la presencia del proyecto Corah y de programas que incentiven los cultivos alternativos.

Incluso, indicó que se han encontrado insumos químicos que son llevados para la producción de droga en las zonas de Inambari y San Gabán, provincias de Sandia y Carabaya, respectivamente, donde se ha registrado un incremento del cultivo de hoja de coca para la producción de droga y la presencia de pozas de maceración y laboratorios clandestinos.

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), hasta el año 2008 solo existían, en San Gabán, 741 hectáreas de sembríos de plantas de hoja de coca, pero, ahora, en 2011 en ambos valles hay 3 mil 591 hectáreas cultivadas.

El jefe de Devida, Ricardo Soberón señaló a Perú21 "que la prioridad está en el VRAE" y, posteriormente, se buscará llegar a las zonas de frontera como es el caso de Puno. No obstante, expresó su expectativa sobre el incremento de la cooperación internacional tanto de Europa, Estados Unidos y Brasil para incursionar con la misma intensidad con la que se actúa en el valle de los ríos Apurímac y Ene. PUNO EN LA AGENDASin embargo, la preocupante observación de Antezana –sobre el crecimiento del narcotráfico en Puno– ya es un tema en la agenda del Gobierno, no desde la perspectiva de Devida sino desde el punto de vista policial.

Fuentes del Ejecutivo señalaron a este diario que desde hace algunos meses se viene evaluando "tomar el control de Puno", es decir, lograr una real presencia del Estado en ese departamento altiplánico, tal como se viene haciendo en la región de Madre de Dios donde las Fuerzas Armadas y Policiales incursionaron la primera semana de noviembre para poner punto final a la presencia de la minería ilegal, el contrabando y la trata de personas, entre otros delitos conexos.

SABÍA QUE

- El costo de la arroba de hoja de coca en las cuencas del Alto Inambari y Tambopata en Puno, es de S/. 170.

- En San Pedro de Putina Punco el precio llega hasta los 180 nuevos soles.

- En San Gabán llega sorpresivamente hasta los 350 soles.

- En el VRAE es de S/.80.

- En el Alto Huallaga la arroba cuesta S/. 110 aproximadamente.

- Las avionetas de los narcotraficantes pueden transportar a Brasil o Bolivia hasta 200 kilos de droga por vuelo.

DATOS

- El pasado 26 de noviembre, la Policía de Juliaca incautó a dos sujetos 30 kilos de cocaína.

- El 17 de noviembre la Policía de esa misma ciudad decomisó 150 kilos de hoja de coca a un taxista.  – El descubrimiento de la pista de aterrizaje y de la avioneta boliviana ocurrieron en abril de 2008 en el anexo de Massiapo, distrito de Alto Inambari, provincia de Sandia, Puno. Ese día fue decomisado 131,593 kilos de alcaloide de cocaína.