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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Parece ser que estas damas se ocupan demasiado de la pobreza y la injusticia económica y descuidan sus críticas a dos flagelos más peligrosos que los anteriores: los matrimonios homosexuales y el aborto.

Deduzco que, en el fondo, al Vaticano le preocupa más la crítica al actual orden económico que otros temas. El poder político de la Iglesia no mermará por las discusiones, a menudo extravagantes y anacrónicas, sobre el aborto o la homosexualidad, pero sí puede verse afectado, ya que ellos directamente o por interpósita persona, son dueños de bancos y accionistas de empresas. Por eso les inquieta que algunos de quienes le representan, como es el caso de las monjas que integran la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas, actúen contra el pensamiento teológico-financiero que desciende de las alturas celestes que representa la Iglesia fundada por o sobre San Pedro.

Para poner en orden a estas muchachas se nombró a un obispo que reestructurará la organización que reúne a dichas monjas y durante cinco años tratará de ponerlas en vereda. Hace un par de semanas, cuando las monjas protestaron públicamente, Roma fue más lejos y condenó un libro escrito por la hermana Margaret Farley, de 77 años, que se llama Simplemente Amor y que contiene ideas sobre la masturbación, el divorcio y las uniones homosexuales contrarias a las enseñanzas de la Iglesia. Margaret Farley fue profesora de ética cristiana en Yale durante 40 años, escribió 7 libros y ha sido galardonada con 11 títulos honorarios.