Santiago Pedraglio,Opina.21spedraglio@peru21.com
En el caso de la minería ilegal, a diferencia de la minería informal, no se está hablando de un "desborde popular", de "otro sendero" ni de la "otra modernidad", sino de empresas capitalistas delictivas que, como señala el economista Francisco Durand, "solo puede(n) operar sobre la base de la violencia y la corrupción", aunque "no (son) enemiga(s) per se del Estado, porque no quiere(n) eliminarlo sino colonizarlo" (El Perú fracturado: formalidad, informalidad y economía delictiva, Fondo Editorial del Congreso, 2007).
El presidente regional de Madre de Dios informa sobre un posible paro departamental, el próximo el 5 de marzo, promovido por la minería ilegal. Informa, además, que esta actividad involucra en la zona a miles de personas. Y, por último, recalca que el Gobierno no ha cumplido con sus ofrecimientos a los mineros informales: "El Ejecutivo no ha cumplido con iniciar el proceso de formalización de los mineros informales ni ha iniciado el ordenamiento territorial, entre otros puntos".
Agrega que, al no cumplir el Gobierno con autorizar a los informales "una zona dentro del corredor minero para que continúen sus laborales", estos empiezan a ser alentados por los ilegales para que se sumen a las protestas.
Lo que sucede en Madre de Dios es una muestra de la certeza de las relaciones entre los tres tipos de economía que señala Durand en su excelente libro: la economía formal, la informal y la delictiva, y de la urgencia imperiosa de distinguir entre estas dos últimas, porque la economía ilegal hace uso sistemático de la violencia y de la corrupción y, en muchos casos, está vinculada al narcotráfico.