EL CAIRO (EFE).– La Junta Militar egipcia blindó buena parte de sus prerrogativas ante el próximo traspaso del poder ejecutivo al nuevo presidente, después de unas elecciones en las que ambos candidatos se atribuyen el triunfo a la espera de los resultados oficiales.
Tanto el islamista Mohamed Mursi de los Hermanos Musulmanes como el exmilitar Ahmed Shafiq del régimen de Hosni Mubarak aseguran que encabezan el recuento de los votos, que recién se conocerán oficialmente el jueves.
La cúpula castrense entregará el poder el 30 de junio, pero conservará la autonomía en las decisiones que afecten al Ejército, además del poder legislativo que ha retomado tras la disolución del Parlamento el jueves pasado.