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Redacción PERÚ21

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Por: Alessandra Denegri, ActrizProtagoniza Automáticos, la obra de teatro que va de jueves a domingo, a las 8 p.m., en el C.C. El Olivar (calle La República 455, San Isidro), y es Valeria, la niña rica y engreída de Corazón de fuego, la telenovela que acaba de estrenar ATV (de L a V, 8 p.m.). Levantamos el telón y aparece Alessandra Denegri.

¿Fuiste una buena alumna en el colegio?No. Tengo un déficit de atención gigante. Pero, como era tan sociable, suplía mi déficit de atención con floro. Era tan bueno que la gente pensaba que estaba recontra concentrada y nunca me atrapaban.

¿Siempre quisiste ser actriz?Hice un test de orientación vocacional que señalaba que, cuando algo no me gustaba, lo abandonaba. A la actuación llegué de manera casual y llegó un momento en que ya no lo pude evitar más. Sin ser actriz, me empezaron a llamar para actuar en novelas y, claro, mi actuación era terrible. Dejé de actuar y empecé a hacer danza contemporánea con Morella Petrozzi: era mi terapia. Cuando dije que quería ser bailarina, mis padres se asustaron pues decían que de eso no iba a poder vivir (risas).

Quisiste ser periodista, ¿no?Sí. Estuve año y medio en la UPC, pero también la dejé. Entonces me metí a Diseño Gráfico, me gradué y justo me llamaron para actuar en Graffiti. Allí me dije que, si después de tantos años insistían en llamarme, debía ser por algo. Allí me enamoré de la actuación. Por primera vez, me sentí como en casa. Y, desde que tomé la decisión de ser actriz, nunca he dejado de trabajar.

¿Esto se lo debes a tu talento, a la suerte o a tu belleza?A todo. Es importante estar en el momento adecuado y con la gente adecuada, pero la belleza no lo es todo. No voy a negar que mi físico me ha ayudado y que tengo un perfil que vende, pero tampoco soy la chica flaca, alta y exuberante. Mi tipo es el de una chica relajada y accesible.

¿Cómo te sientes en el teatro?Siempre tengo ataques de pánico. Los primeros cinco minutos siento que me voy a desmayar. Mi paranoia es tanta que imagino que vamos a parar la obra y yo voy a decir: "¿Cómo era? Mejor volvamos a empezar. Una segunda oportunidad, por favor". Siento que estoy creciendo mucho gracias al teatro… y, claro, también gracias a la televisión, donde trabajo con unos actorazos. Este año he tenido grandes resultados en mi evolución actoral porque, al fin y al cabo, la mejor escuela es el trabajo y las ganas.

Eres la villana de Corazón de fuego, la nueva telenovela de ATV…Allí trabaja gente muy buena y la química que hay entre nosotros se va a notar. Hago de Valeria, la novia 'mala' del protagonista. Creo que encajo dentro del perfil de 'niña rubia, engreída, clase alta'…

¿Eres así?No, pero se espera que la niña pituca, engreída, millonaria sea así. Yo creo que hay antipáticos en todas las clases sociales. Además, en mí hay una fuerza y una intensidad que funciona muy bien para hacer el personaje de 'mala'. Lo que yo trato es de no ser repetitiva, de variar mis actuaciones, de tal manera que la gente no vea siempre a la misma actriz solo que con diferente nombre. Además, la verdad, no sé por qué llamo la atención.

Sí lo sabes…Me incomoda llamar la atención, en algunas oportunidades la puedo sobrellevar, pero normalmente me pongo muy nerviosa. Y ahora que tengo el cabello pintado de rubio es peor.

En Automáticos eres una escolar descubriéndose, incluso en su sexualidad…Es verdad. De día soy una mujer de 29 años (se refiere a su papel en Corazón de fuego), y de noche, Fina, una adolescente de 17. Estoy un poco loca, pero esta carrera es así. Llego a casa, me meto un baño y me saco a los dos personajes, y trato de seguir siendo yo misma. En todo caso, para eso están los amigos, para desahuevarte (ríe).

¿Vives una crisis existencial?Todo el tiempo. Me cuestiono todo: quién soy, qué estoy haciendo, por qué lo hago, si soy buena, si soy mala, si debería buscar otra cosa en mi carrera; me cuestiono mi vida sentimental, todo. Las personas que más sufren son aquellas que todo se cuestionan, pero también son las que más evolucionan. Mi personalidad es intensa, por eso, no hay que dejar de cuestionarse, hacer de ese sufrimiento algo rico.

¿Eres difícil y compleja?(Piensa). A veces envidio a la gente simple: dicen que la ignorancia es felicidad. En mi proceso de autoconocimiento me he encontrado con muchos fantasmas, con muchos demonios.

¿Te has cuestionado todo incluso el amor?No he tenido relaciones estables. Busco cosas imposibles. No sé si lo que he sentido ha sido amor o una búsqueda de reafirmación. Sin embargo, por primera vez en mi vida siento que estoy lista para asumir una relación. Hoy me quiero, me acepto y, si viene alguien, no lo voy a culpar de mis defectos.