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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Por: Esther Vargas, Sexo.21@esthervargasc en Twitter

Todo se mueve. A una velocidad que asusta. Ya es Navidad. Te refugias en Starbucks para no darte cuenta y ya miraste el árbol y las bombitas, ya se te pasó el tiempo, otra vez. La gente está apurada. Trabaja. Ríe. Se empuja. Se mira con odio. Finge. Se estresa. Tu jefe te habla. Tus amigos dicen que están felices (en Facebook). Tu mamá llama. Tus tarjetas bancarias son una bomba de tiempo. Tus compañeros de trabajo hablan lo mismo de siempre. No los escuchas. Te importa un carajo. Tú solo quisieras tocar, aunque sea un pedacito, para saber si es tan buen@ como en tus sueños sin sueño.

Puedes ser hombre o mujer. Tú quieres con él o con ella, tampoco importa el detalle del sexo. Tú quieres. Tú tienes a esa persona en el lugar cálido de tus fantasías, así ames a otr@. Ella –sí, será ella- no sabe que ya la besaste, que le mordiste los labios, la miraste a los ojos y le dijiste que no escape, le imploraste que se quede, que serías tú, solo tú, el que le daría lo que ella estaba esperando. Pasa en las fantasías que un@ es casi siempre bueno en la cama, casi siempre es infalible, casi siempre sabe cómo y hasta dónde. Aunque en la vida real seamos un fiasco, en esas fantasías alucinamos brillamos, gozamos, la hacemos linda.

Y tú insistes. Y cada noche presionas más, te urge, abrazado a una almohada que tiene cintura de solo imaginar.

Ella no sabe que ya tuvieron sexo, que la recorriste toda. Ella no sabe que te mordió el cuello, para marcarte hasta la noche siguiente. Ella no sabe que cuando camina tú la imaginas sobre ti, como la vez pasada que no fue pero que te inventaste. Ella no sabe nada porque en la vida real hay dos mundos de distancia. Pero eso no importa. Ella sigue allí, y tú atrás, esperando el instante para confirmar que eres demasiado cobarde.

Quizás necesites un poco de alcohol. Sería bueno que alguien arme una fiesta y que allí, entre tragos, te atrevas. Como en tus fantasías, cuando picados los dos acercaron sus cuerpos, y ya sabes.

Tus fantasías van cada vez más lejos. Ahora resulta que es ella la que te busca, la que te arrincona contra la pared, la que te despoja de la ropa, la que te reclama dentro. Pero abres los ojos, y ella no está, o es una foto en el celular.

Las fantasías sexuales, según Cosmopolitan, Vanidades y esas revistas bonitas, son gasolina para una relación. No se ocupan mucho de estas fantasías solitarias, plenamente masturbatorias, capaces de hacerte sentir perturbadoramente infiel. Fantasías que concentran frustración y que no se alivianan con cualquier consuelo. Ilusiones hot que perduran así pasen los años, y ella haya perdido esplendor, culo, tetas, y hasta esa mirada fatal que tú te inventaste para tener un sueño de mujer.

DATOS

  • Fantasear con otr@ al tener sexo con la pareja es muy frecuente, según un estudio publicado por el Diario de Investigación Sexual en EE.UU., el cual demostró que eso le pasaba al 98% de hombres y 80% de mujeres.
  • Las mujeres de entre 27 y 45 años fantasean más, según el psicólogo David Buss.