Foto: David Vexelman.
Foto: David Vexelman.

Redacción PERÚ21

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Jesús Neyra, ActorAutor: Gonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Lo encontramos en un alto de la grabación de La Bodeguita, la serie donde actúa (de L a V, a las 8 p.m., en Frecuencia Latina). Está contento y, apenas ve a Ricky Tosso, su compañero de trabajo, le cuenta, sonriente, la razón de su alegría: le acaba de poner vistosos aros de aleación a su auto, un hatchback juvenil con lunas polarizadas pero nada pretencioso. Jesús Neyra se parece a su auto: fachoso pero sencillo.

¿Te gusta la velocidad?Cuando veo las películas de autos me emociono. Tomo mi auto y trato de correr muy rápido pero, luego, me doy cuenta de que mi carro no puede ir tan rápido y la ilusión, poco a poco, se desvanece (risas). Me gusta la adrenalina. Si me pidieran manejar un auto de Fórmula 1, lo haría gustoso. Pero, aunque me gusta la adrenalina, soy muy cuidadoso: tengo miedo en estas cosas. Hacía tabla pero, cuando quería hacer alguna maniobra arriesgada, escuchaba en mi cabeza las voces de mi papá y de mi mamá: "Cuídate, hijito, no hagas locuras", y ya no lo hacía (risas).

Estuviste a punto de ser un futbolista profesional…Sí. Estaba por entrar a la reserva de Alianza Lima pero, por cuestiones de la vida, opté por la actuación. Estudié con Bruno Odar y la balanza se inclinó hacia ese lado. Jugaba de 6, de Jayo, de perro, mordiendo y mordiendo por acá: era bueno, pregúntales a mis entrenadores.

¿Tus modelos fueron Jayo Legario, 'Kanko' Rodríguez, Toñito Gonzales?(Ríe). No, no, no. Eran Ballack, Mascherano (risas).

¿Qué tal te llevabas con Jayo?Entrené con el primer equipo, pero nunca confraternicé con él. Yo era aliancista, ahora ya no lo soy tanto. Me gusta llamarme un observador del buen fútbol. Soy hincha de la selección, más ahora que nos han ilusionado.

Has pasado del fútbol a la actuación y al baile…Es un talento que se tiene. Yo no sabía que lo tenía pues, hasta la primera vez que aparecí en El gran show, solo había bailado socialmente, en discotecas, en reuniones. Pero en El gran show me di cuenta de que tenía oído, lo que es básico para bailar. Entonces, me metí a estudiar y, al poco tiempo, entré a West Side Story, un musical, donde tuve ocho meses de ruda preparación. Allí aprendí mucho de técnica… pero no puedo decir que sea un bailarín.

Le has ganado a Belén Estévez, quien baila muy bien…Ella es bailarina, no sé por qué dice que no lo es. Ella ganó más galas que yo, pero estábamos en una maratón y mi pareja y yo guardamos lo mejor para el final. No me siento mejor que Belén, pero en esas galas estuvimos mejor que ella y su pareja. Y no le gané por un asunto de popularidad pues, aquella vez, el ganador lo escogió el jurado, por eso nos sentimos los mejores.

Cuando bailas, ¿actúas?No, antes, como no sabía qué coño hacía, me sentía alguien representando un baile. Ahora no. Hoy,bailo. Y, en cuanto a música, escucho de todo: chill-out, baladas, la electrónica, y fui a ver, encantado, a Red Hot Chili Peppers.

¿Cantas?También he estudiado canto porque me gusta el teatro musical. Además, como actor quiero ser lo más completo posible, pues en el mercado hay mucha competencia. ¡Productores de musicales, llámenme, me encantaría trabajar con ustedes! Mi número de contratos es… (risas).

Te has vuelto popular. Mis amigas –y amigos– tienen tu foto en su muro del Facebook…¿Cuál?, ¿la de bombero? Es divertida, uf, me la hicieron para El gran show. Este año ha sido complicado enfrentarme con la fama. Todo ha sido muy rápido. Tengo que cuidarme mucho más, seleccionar a qué lugares voy, cómo voy, pues siempre tengo el ojo encima.

¿Te molesta?Es parte de mi trabajo. A veces me siento incómodo porque mis momentos de soledad han desaparecido, pero esto es parte de mi trabajo y yo acepté esta situación al convertirme en actor. Me hicieron un ampay con la que hoy es mi enamorada, Jazmín Pinedo. Por entonces apenas salíamos, no éramos pareja, pero nos presentaron como novios. Fue algo difícil para los dos. Allí sentí la presión mediática, pero respiré y me tranquilicé.

¿Te sientes un sex symbol?No. Un hombre guapo, sí. La gente me ve como un sex symbol, sobre todo cuando salgo en calateos en Los reyes del show, pero yo no (ríe). La gente me escribe a mi Twitter que no puede dormir cuando hago eso… son cojudeces. Cuando leo declaraciones de amor siento ternura, me siento bien, pero mi grupo cercano me ha ayudado a mantener los pies en la tierra. Yo disfruto las cosas, pero vuelvo a la realidad.

¿No explotarás tu físico?No creo. Debe de ser divertido, pero hoy busco otras cosas. De chico, como todos, quería tener muchas chicas. Pero, hoy, mi meta es ser un buen actor y tener una relación estable, pero que no interfiera en mi trabajo.

AUTOFICHA

- En La Bodeguita trabajo con Ricky Tosso. He aprendido mucho de él, siempre puedes contar con su apoyo, siempre tiene un buen consejo para darte. Es un amor de gente.

- Tenemos un elenco idóneo para una comedia: todos somos solidarios, todos somos amigos, por eso hay en nosotros chispa, ganas de trabajar.

- Hoy no tengo tiempo para mí, a las justas los domingos. Ese día no contesto el celular, no voy a ver a mi familia (ríe)… aunque vivo con mi mamá, pero pronto ya no.