Alfredo Ferrero,Al.Mercadoaferrero@peru21.com
Culpables son varios: dirigentes irresponsables, excepto en algunos clubes; jugadores que firman planillas sin cobrar y que cobran neto por encima del subvaluado mercado del fútbol peruano; una agremiación que, cumpliendo su labor, demuestra demasiada rigidez; una federación discutida y un fútbol con cada vez menos asistencia a estadios y sponsors. Valga esta crisis para reestructurar nuestro fútbol, convertir clubes en sociedades anónimas, sinceramiento de sueldos de jugadores y cuerpo técnico, nueva camada de dirigentes, trabajar profesionalmente con juveniles y convocar –vía la generación de credibilidad y confianza– a sponsors. De esta crisis debe resurgir nuestro fútbol sin las taras y vicios que han generado su mediocridad. Veámoslo como una oportunidad para reestructurar e institucionalizar nuestro fútbol.