Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com
Por otro lado, la confianza se va recuperando y, con 60% de optimistas en el empresariado, el entusiasmo debería impulsarnos a otro año de crecimiento alto. Incluso, en el sector privado sienten que nunca han tenido tanto acceso al crédito, por lo que los nuevos proyectos no deberían tener problema en ser financiados.
En realidad, visto desde Europa, donde están sufriendo una profunda recesión y un fuerte aumento en el número de desempleados, les debemos de parecer poco menos que marcianos ante la sideral diferencia que tienen con la situación de la que estamos disfrutando.
Sin embargo, en lugar de aprovecharla captando más inversión, la estamos desperdiciando atrapados en una serie de escándalos autogenerados que producen un ruido ensordecedor y causan confusión.
Desde el mamarracho de Gestores, pasando por los privilegios indignantes de Antauro y terminando en el sector Educación, el cual los extremistas parecen haber copado, son escándalos que pudieron ser evitados si el Gobierno trabajara con más cuidado.
Incluso, da la impresión de que a esta administración le falta una agenda pro crecimiento para que los mantenga ocupados eliminando trabas y obstáculos, en lugar de tener tiempo libre para idear confusas iniciativas con las cuales se terminan embarrando. El mantener la economía en piloto automático implica asegurar que no se crean tormentas de la nada que terminan desacelerando la velocidad con la que marchamos.
Al final, la diferenciación se puede perder muy rápidamente si el accionar gubernamental sigue siendo errático. Es evidente que no somos marcianos y que podemos, con facilidad, caer de bruces a la realidad del resto del planeta si el Gobierno continúa descuidado.