Gómez anota el segundo tanto de los alemanes. Lo sufren los blancos, que irán por la revancha el miércoles en el Bernabéu. (AP)
Gómez anota el segundo tanto de los alemanes. Lo sufren los blancos, que irán por la revancha el miércoles en el Bernabéu. (AP)

Redacción PERÚ21

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A Cristiano Ronaldo le robaron los botines. A Benzema le sustrajeron la camiseta y a Özil lo dejaron sin playera. Robo material en el vestuario. Pero al Real Madrid están a punto de robarle el sueño de ser finalista, de levantar su décima 'orejona' y de matar de una condenada vez a la 'bestia negra' llamada Bayern Munich. Porque ese fantasma alemán volvió a asustar ayer. Y ganó 2-1 y viene robando el sueño.

No jugó bien el Madrid. Di María no ocupó el sector derecho y, más bien, se ubicó en el centro, detrás de Cristiano. Mezut Özil jugó a la diestra. Por izquierda, 'CR7' sufría para regatear a Lahm. Y Xabi Alonso y Khedira recuperaban la pelota, pero la servían mal.

En Bayern, Robben no fue desequilibrante a diferencia de Ribery, quien se convirtió en socio para Mario Gómez.

Pese a lo trabado del duelo, chances hubo. Como la de Benzema, a los 6' que Neuer mandó al córner. Y como la de Ribery que, de chance, pasó a gol. Tiro de esquina lanzado a los 16', Sergio Ramos que la baja de pecho al pie de Ribery, que metió un derechazo para el 1-0. Se reclamó un fuera de juego de Luis Gustavo, pero el árbitro Howard Webb la dejó pasar. Dos tiros libres de 'CR7' (21' y 34') fueron a la barrera.

FANTASMA QUE NO MUERESalió el Bayern por el segundo, y el zurdazo de Robben casi lo establece. A los 52', Benzema (el mejor del Real) encabezó el contragolpe, Ronaldo erró el mano a mano e, increíblemente, tres defensas del Bayern (Lahm, Badstuber y Boateng) se quedaron parados ante el nuevo centro de Benzema, el pase de 'CR7' y la definición de Özil. Empate, injusto o no, casi de clasificación.

Madrid contó con el apoyo de Webb, que castigó suavemente faltas duras de Coentrao y Ramos. Gómez pudo desnivelar, pero falló a los 61', 70' y 72'. Hasta que, por fin, la vio. Coentrao no pudo ante Lahm que centró para Gómez, que a los 89' convirtió. Luego Webb no expulsó a Marcelo, que le pegó un patadón a Müller. Un 2-1 que no fue un robo en números. Fue el sello de una 'bestia negra' que se prepara para rugir en el Bernabéu. Salvo que el Madrid sea otro.