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Redacción PERÚ21

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Mónica Delta,Opina.21mdelta@peru21.com

Acaba de ponerse las pilas el procurador y ha denunciado a los dirigentes del Comare-Sutep por terrorismo; sin embargo, queda claro que la ideología criminal y venenosa de los terroristas goza de buena salud y sigue siendo inoculada en sectores del magisterio y de las universidades, como lo hicieron, desde el comienzo, los representantes del autodenominado 'pensamiento Gonzalo'.

Los políticos que ostentan el poder de turno quieren poner su sello y marca, por lo que descartan, de plano, lo bueno que se haya hecho en administraciones anteriores. La titular de Educación, a la que coloquialmente Nadine llamo "mi ministra", ha hecho todo lo posible por borrar de un hachazo lo avanzado en la Carrera Pública Magisterial y en el Colegio Mayor, y hasta les han quitado el respaldo a las olimpiadas de matemáticas que se realizaron con éxito en años anteriores.

Esto de "borrón y cuenta nueva o me opongo a todo lo que hiciste, porque somos adversarios políticos" obedece a un manejo de mediocres y abre ventanas para aquellos que, agazapados, esperan su momento de venganza. Todo siempre es perfectible, pero lo que no es comprensible es que, por tentaciones subjetivas y muy poco claras, se eche abajo de un plumazo lo poco que se ha avanzado.

Lo que es más grave es que, al haberle dado alas a un sindicato que –yo recuerde– no hecho nada por la mejora de la educación en el Perú, ahora resulte infestado de una ideología sangrienta que tanto terror y destrucción ha provocado en el Perú.

A grandes males, grandes remedios, no vaya a ser que caigamos nuevamente en ese agujero rojo de la hoz y el martillo.