Lujo, armas, drogas

En el año 2011, en medio de la vorágine producida por la crisis financiera, y mientras casi todos los otros índices –menos el de las armas y el de las drogas– retrocedían, el negocio de lujo registró un repunte significativo alcanzando una facturación de 191,000 millones de euros (más de 252,000 millones de dólares) en todo el planeta.
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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Los sectores que impulsaron este consumo fueron: complementos y moda masculina. Los bolsos, zapatos y accesorios de las firmas de lujo han registrado una facturación mundial de 38,000 millones de euros, mientras que la moda masculina y femenina ha llegado a una cifra total de 24,000 millones de euros cada una.

Y no solo eso, para este 2012, mientras los griegos gritan su rabia en las calles, y muy pronto italianos, españoles, húngaros, irlandeses y portugueses comenzarán a subir la presión de sus reclamos, se anuncia un espléndido año para las finanzas de la industria del lujo. Solo para los Estados Unidos, que consume el 30% del mercado del refinamiento, se anuncia un crecimiento exponencial. Es, sin duda, una bonita forma de hacerle gastar plata a los ricos y, además, de permitir a los que se quedaron sin casa y deben pernoctar en la calle, observar un espectáculo colorido y vistoso. Se dirán –estos magníficos perdedores de la sociedad gringa– entre risas, chanzas y alguna que otra lágrima, después de todo este es el 'American way of life' y debemos aceptarlo. El otro rubro privilegiado es el de las armas y está en consonancia con el del lujo, pues permite matar a quienes protesten groseramente por estas raras inclinaciones de los mercados. En cuanto a las drogas, bien, gracias.

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