Foto: Luis Gonzáles
Foto: Luis Gonzáles

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Marco Zunino,ActorAutor: Gonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Nueva York está en su vida. Allí estudió actuación, y a esa fantástica ciudad vuelve para actuar en Chicago, uno de los musicales más famosos del mundo. Marco Zunino no se la cree, dice que él solo quiere vivir (y actuar).

Siempre es un placer ir a Nueva York, ¿no?Sí, y en todo sentido. Lo que más aprecio de esa ciudad –más allá del frío, que me encanta– es la sensación de libertad: te puedes poner un loro en la cabeza y nadie te va a mirar (ríe). Eso no tiene precio.

Pero ahora regresas a la ciudad para que te miren…¿Qué loco, no? (ríe). Esta es una característica extraña de los actores. Me gustan los teatros grandes porque siento la energía de la gente, pero no le veo la cara. Aunque suene paradójico, estar en el escenario es un ejercicio de intimidad. Por ejemplo, hay un ejercicio que se llama 'el momento privado', que consiste en ocultar nuestra intimidad ante el público. Elegí una profesión extraña (ríe). Yo no busco que me miren, sino expresar, transmitir.

¿Y la fama?En un momento quise ser famoso, pero eso no sostiene una vida. ¿Qué pasa si no llegas a ser Tom Cruise? ¿Te friegas? Hoy, mi prioridad es trabajar, hacer obras que me resulten necesarias.

Estudiaste en Nueva York. ¿No quisiste desarrollar tu carrera allí?He ido creciendo y cambiando mis prioridades. Me di cuenta, por ejemplo, que Broadway era espectacular, pero que no todo lo que se hacía allí era bueno. Yo soñaba con hacer Chicago, Cabaret, pero por cosas de la vida tuve que regresar a Lima. Y acá se me dio la posibilidad de hacer los musicales con los que había soñado. Entonces, me di cuenta de que para mí era importante hacerlos, ya sea en Lima o en Broadway. Claro, Broadway es Broadway, pero la obra no deja de ser importante si la haces acá.

Lo curioso es que no estabas metido en la escena neoyorquina, pero igual fuiste convocado…Es cierto. Lo más loco es que ha llegado en un momento inesperado. Soy muy chambero, y en los últimos tiempos me han pasado varias cosas buenas, seguramente por el esfuerzo que le pongo a mi trabajo.

Un profesor tuyo de NY está metido en la producción de Chicago. A sus manos llegó un video de Cabaret, el musical que hiciste acá, y allí fue que decidieron hacerte una audición, ¿no?Lo has explicado bien, yo me demoro más (risas). Carlos Arana, un peruano que trabaja en Broadway, me llamó y me dijo que estaban interesados en mí. Yo pensé que era mentira, pero me llamaron, me reuní con los productores y recién allí me dije: "La cagada, resulta que esto sí es verdad (ríe)". Me entregaron el guión y pensé: "La cagada, voy a tener que aprenderme todo esto, y en inglés… no les voy a gustar, qué estoy haciendo (ríe)". Y mientras cantaba la primera nota en la audición, imaginaba que me decían: "Gracias por venir, ahí queda, no tienes el nivel". Pero me dijeron todo lo contrario, las reacciones postaudición fueron espectaculares, recién allí sentí que había valido la pena.

Actúas, bailas, cantas: parece que te hubieses estado preparando toda la vida para este momento…Soy chambero porque soy responsable. Me he metido hasta a clases de bel canto para hacer bien mi trabajo. Y sé que estudiaré toda mi vida porque siempre tendré algo que mejorar, algo que aprender; ya me resigné, nunca descansaré. Es lo maravilloso de esta carrera (ríe). Por más que hagas lo que te gusta, toda carrera viene con sacrificios.

Vas a hacer de Richard Gere…(Ríe). Voy a hacer de Billy Flint, el abogado que Gere interpretó –de manera genial– en la versión cinematográfica del musical. Lo curioso es que, después de hacerlo en Broadway, volveré a hacerlo en Lima. Íbamos a hacer Chicago el año pasado aquí en Lima, pero Denisse Dibós (la productora) salió embarazada. Lo corrimos un año y mira la sorpresa con la que nos hemos dado. Es loquísimo, ya tenemos obras hasta para el 2013, cuando haremos The Boy From Oz.

¿No sería mejor continuar trabajando en Nueva York?Claro, ¿ya sabes de alguna propuesta? (risas). No me gusta proyectarme, vivo el momento. Todos me preguntan por lo que se viene. No se viene nada: trabajar y disfrutar lo que hago. Es decir, no se trata solo de trabajar. Hay que vivir, me está pasando algo único, me siento un privilegiado.

Has pasado de Al fondo hay sitio a Broadway…Me siento privilegiado por haber formado parte de la serie, que no es solo un éxito, sino un fenómeno televisivo. Nunca en la televisión peruana ha pasado algo así. Picos de rating, titulares…

¿Qué extrañarás de Lima?Me gusta viajar, estar en todas partes. Viví siete años seguidos fuera de Lima… pero la quiero. Solo en nuestra tierra uno recarga energía, se acuerda de quién es, descubre su esencia. Esto es lo que extraño cuando no estoy acá, por eso me hace tanto bien volver.

AUTOFICHA

- Mientras estudiaba actuación en Nueva York, trabajé de mozo, limpié teatros, hice de todo. Me topé con gente insoportable, pero había que aguantar, era parte de la vida.

- Cabaret fue una obra maravillosa. Mi personaje fue un regalo pues me permitió descubrir en mí cosas que no imaginaba que podía hacer.

- La gente siempre quiere estar orgullosa de algo. Me parece un gasto de energía inútil. Yo me siento exitoso hace tiempo, ¿sabes por qué? Porque hago lo que me gusta.