Una ley que desata la rabia

“Argentina tiene una ley de avanzada. Es un modelo para todo el continente y para otras regiones del mundo”, afirmó Frank La Rue, relator especial de la ONU para la Libertad de Opinión y de Expresión, al referirse a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

El elogio colisionará, seguramente, con las opiniones sesgadas de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). "Esta es una ley muy importante –insistió La Rue– y yo la pongo de modelo. La he mencionado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Lo es porque, para la libertad de expresión, el principio de diversidad de medios y de pluralismo de ideas es fundamental", sostuvo el relator de Naciones Unidas.

El concepto de pluralidad –en estos tiempos de pensamiento único– es considerado una amenaza por quienes durante décadas han manejado sus medios de comunicación en armonía con las democracias pero, también, con los gobiernos totalitarios. Han presionado a las democracias en defensa de sus intereses y han sido contemplativos con la barbarie de algunos gobiernos militares. Democratizar la palabra es el concepto que descansa detrás de este nuevo instrumento legal argentino. Democratizar es combatir los monopolios y permitir la expresión, a través de sus propios medios o de los que le fueran afines, de todos los sectores y actores que conforman el conjunto. No es difícil adivinar que quienes han transformado el periodismo en un arma para mantener privilegios satanizaran la ley aprobada en la Argentina con los mismos argumentos que suelen utilizar cada vez que ven mermada su posición dominante en el interior de la sociedad.

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