OVACIONADO. El francés Juan Leal se llevó varias volteretas, pero nunca se amilanó. (Luis Gonzáles)
OVACIONADO. El francés Juan Leal se llevó varias volteretas, pero nunca se amilanó. (Luis Gonzáles)

Redacción PERÚ21

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Cronista taurino

Opaco inicio de feria. Salvo el primer novillo, que tuvo cierta nobleza, y el último, que embistió en tres series con clase, los astados tiraron al traste la buena voluntad de los tres novilleros que se presentaron ayer en Acho.

Michelito Lagravere aportó buenas maneras y muletazos suaves por el izquierdo a su primero. Michel tiene empaque y gracia, pero sus recursos no le bastaron. Su primero tomó bien el capote tras acudir Michel a los medios por él. Intentó empujarlo para que rompiera a embestir con la muleta. El novillo evidenciaba su falta de raza y era tardío para arrancar. Con cabeza despejada, el yucateco aprovechó la nobleza del astado para instrumentar muletazos rematados siempre por debajo de la pala del pitón. Por el izquierdo, cadencioso, dejó su sello de buen torero. Pinchó luego para finalmente envasar una estocada contraria.

Su segundo mostró su mansedumbre desde que salió y se defendió en tablas haciendo imposible el toreo. Trasteó por la cara Michel y no estuvo certero con el descabello.

Juan Leal tiene valor sobrado. Se queda quieto y tiene condiciones. Tras ser lidiado con suavidad por César de Madrid, el francés ejecutó estatuarios a su primero sin que este acudiera fijo a la muleta, característica que acusarían luego también sus hermanos. Intentó por el izquierdo pero no encontró posibilidades por la falta de casta y bravura de su primero. Sin embargo, aguantó en cercanías, y Leal y se llevó una voltereta.

Al quinto de la tarde lo recibió a porta gayola, mostrando inequívocas ganas de complacer. No se dejó tampoco el novillo que Leal lidió con soltura dándole las tablas. Con un cambiado inició su faena. Se arrimó el francés e intentó encelar al novillo que salía suelto. El público se o agradeció sacándolo a saludar como sucedió en su primero.

Morenito de Canta, tuvo al público de su lado pero no logró consagrarse. Tiene valor y temple. Se queda firme y en el sitio donde embisten los toros, pero no supo estructurar sus faenas, las que se perdían entre muletazos de categoría, sobre todo al segundo, que embistió despacio por el derecho, siendo sus otras series de mero trámite.

FICHA TÉCNICA

Tarde gris y media plaza.

- Novillos de Apóstol Santiago, desiguales de presentación y sin raza.

- Michelito, silencio y pitos tras tres avisos. Juan Leal, ovación y ovación. Morenito de Canta, silencio y silencio tras dos avisos.