ALEGRÍA Y DOLOR. Drogba consuela a Messi tras la eliminación del 'Barza’. (Reuters)
ALEGRÍA Y DOLOR. Drogba consuela a Messi tras la eliminación del 'Barza’. (Reuters)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Barcelona está en silencio. No hay 'olés', aplausos o hurras. Ya no está el sonido de la pelota golpeando la red ni la maldición de un rival porque Messi lo bailó. Barcelona anda en silencio, muda. Su equipo de sueños se despertó de golpe. Sin boleto a Múnich, con un 2-2 ante Chelsea. Con dolor.

Porque si ya el 1-0 de la ida aparecía como sorpresa, más lo fue decir adiós ante el tercer equipo que lo doblega con la misma táctica: personalidad. El Inter en 2010, el Madrid el pasado sábado y los 'Blues' ayer desmenuzaron esa palabra en carácter, orden, piernas atentas, cabeza concentrada y goles precisos. Todo esto ayudado con mensajes de texto enviados por Mourinho (su ex DT) y con el relato del técnico Roberto Di Matteo sobre el 'Maracanazo' de 1950.

Barcelona volvió a decepcionar. Rotó la pelota hasta desgastarla. Messi no brilló y extrañó a los defensas del Osasuna, esos que no anticipan como los ingleses. Xavi volvió a desaparecer y Fábregas se escondió. Chelsea tuvo a un enorme Peter Cech en el arco, Ivanovic se batió en la zaga y Lampard encabezó la resistencia. Una resistencia necesaria desde los 12', cuando Cahill se lesionó y tuvo que ingresar Bosingwa. Barcelona inquietó con un zurdazo de Messi (19') que desvió Cech, pero a los 25' perdió a Piqué por lesión. El local pasó a ganar a los 34', cuando Busquets empujó un centro de Cuenca. Chelsea pareció derrumbarse con la expulsión de John Terry (38') por golpear a Alexis y por el 2-0 obra de Iniesta (43'). Pero apareció Ramires (46') con un golazo que refrescó el alma.

En la segunda parte, Messi puso en el travesaño un penal (48') y las esperanzas parecieron morir. Alexis (54'), Cuenca (62'), Busquets (77'), Messi (al palo en el 83') y Mascherano (89') estuvieron cerca, pero no pudieron con Chelsea, tan parecido al Inter del 2010 y al Madrid de hace unos días. Para colmo, a los 92', Fernando Torres empató. La era del Barcelona parece haber terminado. El silencio lo dice todo.