El lado bueno de los videojuegos

Roberto Lerner,Espacio de crianzahttp://espaciodecrianza.educared.pe

Claro, uno preferiría encontrar a los niños concentrados, si no en sus tareas, al menos leyendo literatura o resolviendo sudokus, lo que querría decir que están invirtiendo en su futuro. Pero lo más probable es que estén pasando de una pantalla a otra en un videojuego de gran intensidad y alta mortalidad virtual.

El espíritu de los tiempos, que le llaman. A los padres nos queda control, represión, sermón o resignación. Y rogar que los impactos negativos que vaticinan muchos en el cerebro de la generación digital no se produzcan, por lo menos no en el de nuestros vástagos.

Impactos hay, pero no solamente negativos.

Daphne Bavelier, una especialista en neurociencias que estudia la manera en que el cerebro se adapta a nuevas experiencias, muestra algunos resultados poco esperados.

Por un lado, los videojuegos –como en todo, su uso adecuado y razonable, que es el que hace la mayoría– mejoran la acuidad visual de manera nada desdeñable. No solo eso. Contrariamente al prejuicio, también contribuyen a una mejor focalización y capacidad de atención y concentración. Finalmente, aumentan la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo que, para bien y para mal, es importante en los entornos laborales modernos. Es más, la Dra. Bavelier ha empezado a utilizar los videojuegos para revertir ciertos deterioros en las personas de la tercera edad, que reciben cursos informales por parte de sus nietos.

Dejemos un poco las predicciones catastróficas y comencemos a ver el potencial positivo que hay en el mundo de niños y adolescentes. Para ellos y para los demás.