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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Hace un tiempo leí que Irán amenazaba con armas nucleares a Israel. Pregunté, por curiosidad, cómo un país que no tiene ninguna bomba atómica puede amenazar con un ataque nuclear a un país que dispone de más de 200 ingenios de esa naturaleza. Me respondieron que había sido una exageración indeseada. De esas exageraciones está hecha la realidad que nos venden.

John Glaser en Antiwar.com dice: "EE.UU. ha cercado con medios militares a Irán, ha realizado operaciones clandestinas junto con Israel, amenaza constantemente a Irán con un ataque militar preventivo y respalda duras sanciones económicas". ¿Cómo puede decirse, entonces, que el que amenaza es Irán? No, los que amenazan son Israel y EE.UU. Lo demás es imaginación, seguramente muy bien pagada, de la prensa.

Hay un porcentaje importante de la población israelí –a la que se suman influyentes mandos del Ejército y del servicio de inteligencia de ese país– que está en contra de tal ataque. Lo consideran irracional algunos, ineficiente otros y peligroso los terceros.

En todo caso, no hay consenso, y esa actitud debiera interpretarse como un avance en la racionalidad para considerar los asuntos políticos y como una merma en el poder de los medios de comunicación. Ambos hechos son positivos a pesar de que no sean suficientes para preservarnos de una nueva y absurda aventura bélica. En realidad, el programa nuclear iraní solo es una excusa, la única disponible, para intentar hacer de ese país una 'dependencia' al estilo Arabia Saudí.