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Redacción PERÚ21

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Fernando Maestre,Opina.21fmaestre@peru21.com

Sabemos lo que es la infidelidad. También sabemos que esta puede presentarse en los momentos más inesperados, aún cuando el fuego del amor de esposos esté en su mayor incendio. Por eso, cuando ocurre, no podemos culpar a la traición, más bien hay que decir que algo en el vínculo de pareja está en proceso de destrucción. En otras palabras, la infidelidad pone de manifiesto la preexistencia de la ruptura del amor. La manera como las parejas declaran su amor dice mucho de lo que va a pasar. Cuando uno manifiesta 'siempre te amaré' está ubicándose, de modo imprudente, en un proyecto futuro en el que nadie sabe lo que pasará: el juramento no garantiza que se cumpla. Hay un segundo tipo de promesa de fidelidad. Es cuando se jura por razones religiosas, donde pocos, con auténtica fe, la cumplen, no faltando otros que la honran por no fallar socialmente. La solución la propone Lacan al señalar que la fidelidad la pone la mujer, cuando afirma que su pareja simboliza a los amantes del mundo; de esta manera, podrá dirigir la fidelidad de su marido, evitando ceder a seducciones.